Brexit pone en una profunda crisis al Gobierno británico
En menos de 24 horas renunciaron dos de los máximos responsables de gestionar en Gran Bretaña el «brexit», término que se utiliza para denominar el proceso de salida británica de Unión Europea.
En la mañana de este lunes renunció el ministro de Exteriores del Gobierno conservador, Boris Johnson, uno de los principales funcionarios de la primera ministra, Theresa May.
Johnson es uno de los miembros del Gobierno conservador más favorables al llamado «brexit» duro, que rechaza futuros acuerdos de libre comercio con la Unión Europea y pretende romper definitivamente lazos comerciales.
Según reveló este lunes la cadena BBC, durante un encuentro a puerta cerrada Johnson rechazó el área de libre comercio con el argumento de que el Reino Unido se convertiría en un «Estado vasallo» de la Unión Europea cuando deje de ser parte de ella.
El ministro de Exteriores renunció pocas horas después de la dimisión en la noche del domingo del ministro especialmente designado para negociar la salida británica de la Unión Europea, David Davis.
Davis especificó que dejaba el cargo por estar en desacuerdo con el plan de Theresa May para despegarse de la Unión Europea.
El ahora ex ministro se mostró disconforme con la creación de un mercado común de bienes, aprobado por el Gobierno de May pero muy criticado por los diputados conservadores partidarios de un «brexit» duro.
Tras la renuncia de Davis también dimitió Steve Baker, funcionario también de rango inferior en el ministerio para la salida de la UE.
La primera ministra nombró a Dominic Raab en reemplazo de Davis como ministro para el «brexit» quien a partir de ahora tendrá la responsabilidad de negociaciones con Bruselas, la capital política y ejecutiva de la Unión Europea.
La prensa británica recuerda que en el pasado Raab se pronunció a favor de un «brexit» duro y en contra de la inmigración.
La dimisión de Davis y este lunes la de Boris Johnson abrió una nueva crisis en el Gobierno británico a tal punto que varios diputados conservadores se sumaron al pedido de la oposición laborista para que dimita la primera ministra May.