Canadá: otra renuncia golpea al gobierno derechista
La hasta ahora ministra del Tesoro, Janet Philpott, una de las personas más respetadas del Gobierno canadiense, presentó su renuncia de manera inesperada y agravó la crisis política del derechista primer ministro, Justin Trudeau, a siete meses de las elecciones generales.
Philpott es la segunda ministra que renuncia desde finales de enero (antes fue la de Justicia, Jody Wilson-Raybould), argumentando haber perdido la confianza en Trudeau, golpeado tras las supuestas presiones ejercidas para favorecer a la empresa SNC-Lavalin, la mayor constructora del país.
«Desgraciadamente, la evidencia de esfuerzos por políticos y funcionarios para presionar a la ministra de Justicia para que interviniera en el caso criminal de SNC-Lavalin, y la evidencia del contenido de esos esfuerzos, me han provocado graves preocupaciones», indicó Philpott.
«Los principios solemnes en juego son la independencia e integridad de nuestro sistema de justicia. Es una doctrina fundamental del imperio de la ley que nuestro fiscal general y ministro de Justicia no deba estar sujeto a presiones o interferencias políticas con respecto al ejercicio de su discreción procesal en casos criminales», agregó.
Wilson-Raybould, que renunció a comienzos de febrero, ocupaba desde noviembre de 2015 el cargo de ministra de Justicia y fiscal general. Fue entonces la primera mujer y la primera indígena en ocupar esos cargos en Canadá.
El 14 de enero Trudeau le quitó el cargo de ministra de Justicia y le asignó el cargo periférico de ministra de Veteranos.
El 2 de febrero Wilson-Raybould renunció como ministra de Veteranos y acusó públicamente a Trudeau y a sus principales asesores y ministros, de presionarla durante cuatro meses para que interfiriesea favor de SNC-Lavalin, empresa acusada de corrupción.
Según las denuncias, Trudeau quería que la Fiscalía ofreciese a la constructora un acuerdo para evitar los tribunales y habilitar a SNC-Lavalin a continuar recibiendo contratos públicos.
La empresa canadiense está acusada de haber pagado sobornos al gobierno de Muhamar al Kadaffi para conseguir contratos en Libia.
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