Colombia: denuncian daños irreversibles en el río Cauca
El río Cauca, el segundo más importante de Colombia, se está secando. El Cauca y los diez millones de personas que dependen de él de manera directa, están siendo víctimas de uno de los mayores crímenes ambientales del país y de Suramérica.
En las últimas dos décadas se desarrolló el proyecto denominado HidroItuango que incluyó una represa de dimensiones desproporcionadas y con el paso de los años el río ha perdido caudal en muchos sitios generando una catástrofe ambiental que provoca, entre otras cosas, la muerte de especies de peces y la falta de alimentación para los pobladores.
La situación se agravó en la última semana con el cierre de las compuertas del embalse en plena época de sequía en todo el país. El Movimiento Ríos Vivos lo califica como “el crimen ambiental más grande en la historia de Colombia”, y denuncia que lo que muestra hoy el río es consecuencia de HidroItuango que comenzó a desarrollarse hace 20 años.
Esta organización señala que “el río no volverá a ser el mismo y nosotros tampoco porque su vida y la fuerza que hoy le arrebataron, los sedimentos que están quedando represados, su abundante caudal, la temperatura de sus aguas y las riberas hidratadas que hoy sufren erosión con tantas fluctuaciones”.
El cierre de compuertas fue ordenado por Empresas Públicas de Pública (EPM) y la Sociedad Hidroeléctrica Ituango. Para el Movimiento Ríos Vivos, el tiempo corre en contra de la vida del río Cauca.
Detalla que “ya muchas especies han muerto y cada día que pasa más y más mueren, los microorganismos tardarán años muchos años en volver por eso se requiere con urgencia que haya agua en el lecho del río pero también sedimentos y estos están en la represa por eso la liberación del río Cauca es un imperativo para la vida”.
Empresas Públicas de Medellín (EPM) informó que este lunes en la noche se restablecerán los caudales normales de la cuenca hidrográfica desde la presa hasta La Mojana, en Sucre, aunque aclaran que dependerá de las lluvias que caigan aguas arriba de la obra. Sin embargo, para los pobladores, el daño es irreversible.
Según la denuncia de pobladores y organizaciones, la construcción del proyecto significó, además, la muerte de pobladores y líderes sociales a manos de paramilitares para desocupar las montañas y montar el proyecto. Según el Centro Nacional de Memoria Histórica cerca de 400 personas permanecen desaparecidas a lo largo de los 12 municipios que atraviesa el río. Se estima que la mayoría de ellas está bajo el agua.
(Fotos: Movimiento Ríos Vivos)
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