Del dicho al hecho... - Por Iván Padilla Bravo
"¡Desmarcarse de Maduro! es una de las principales exigencias a los candidatos elegibles para las presidencias en los países del mundo".
18 agosto, 2019
category: FORO DEBATE
Dice el refrán que «hay mucho trecho». Si lo invertimos, hay mucho más trecho del hecho al dicho. Es que el asunto es cultural. Hacer para conceptuar, es decir, producir para hablar, para comunicarnos, para decir, es el camino histórico cultural de la humanidad.
Pensamos de la manera como producimos nuestros bienes y ese es el trayecto del hecho al dicho. Constatador de esa realidad, diría Carlos Marx que «las ideas dominantes en toda sociedad son las ideas de la clase dominante».
Hace muy poco se acaban de celebrar unas elecciones primarias en Argentina, a las que denominaron «PASO». La derrota contundente al neoliberalismo y a las políticas imperialistas, encarnadas allí por Mauricio Macri han llenado de mucha esperanza al pueblo sureño, pero también al resto de Nuestramérica y al mundo que cree y lucha por un mundo nuevo y posible.
Ahora se preparan para formalizar la victoria de la unidad de las izquierdas y fuerzas progresistas que se agruparon en el movimiento Frente de Todos, que postuló para la presidencia a Alberto Fernández y, en la misma fórmula, para la vicepresidencia a Cristina Fernández, el venidero domingo 27 de octubre.
El reto es complejo, sobre todo si se observa que la batalla trasciende las fronteras de Argentina, al dimensionarla dentro de las pretensiones imperiales yanquis de mantener control sobre espacios gubernamentales conquistados en varios países de Nuestramérica, entre las que cuenta esa de Macri que devolvió el control socioeconómico del país a las transnacionales del capital y a las políticas neoliberales que administra y opera el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
Desde cuando los gobiernos de Néstor Kirshner y Cristina Fernández se sumaron a esa búsqueda de elegir, de votar, para cambiar la era y no los rostros de las o los candidatos, siguiendo la caduca «alternabilidad» liberal que sólo concede espacio para una «democracia» como la impuesta desde los EEUU, otro es el planteamiento que se hace dentro de los procesos electorales argentinos y también nuestroamericanos.
En el desarrollo de los mismos está presente la lucha de clases y todas las confrontaciones llevan el sello dialéctico de la misma, aunque algunos pretendan ignorarla o -a través de la propaganda y la guerra mediática- banalizarla.
Pero vayamos al punto, que puede ser multiejemplarizado pues hay casos similares en el mundo. Quizás uno de los más recientes, antes de éste que nos ocupa ahora, fue el de la victoria electoral de Andrés Manuel López Obrador, en México. Pero también, en negativo, está la del traidor Lenin Moreno, quien jugó desde adentro a favor de la CIA y del Departamento de Estado yanqui que había logrado comprarlo desde cuando estaba, aparentemenente, al lado del presidente Rafael Correa en Ecuador.
¡Desmarcarse de Maduro!, es una de las principales exigencias a los candidatos elegibles para las presidencias en los países del mundo y particularmente de Nuestramérica. Hay quienes lo entienden con la denisidad coyuntural que lo plantea cada campaña electoral,y muchas veces juegan a «pasar agachao» sin cuestionar sus principios ni venderse a manos enemigas. Pero hay quienes no saben cómo manejar la situación y terminan siendo «tontos útiles» al servicio imperial, tal como ocurrió con el mencionado caso de Moreno en Ecuador.
En ese trance de presiones se encuentra atascado en este momento el candidato victorioso en el Paso argentino del pasado 11 de agosto. Ya la prensa mundial lo ha escuchado pronunciarse en contra «del dictador Maduro», que es como le gusta llamarlo a los amos del mundo y a sus voceros imperialistas desde los EEUU. Emitir juicios en una dirección u otra sería temerario. Sabemos que Alberto Fernández no ganó las elecciones primarias argentinas por méritos propios o por virtudes trabajadas exclusivamente desde el ámbito del vulgar mercadeo. Fernández gana, junto a la unidad consolidada en el Frente de Todos, porque necesario es detener al neoliberalismo, porque Argentina merece ser recuperada para beneficio del pueblo y de los pueblos. Pero, también gana porque su campaña y estrategias se parecen o guardan empatía con la venezolana Revolución Bolivariana y con la necesidad de consolidar al presidente Nicolás Maduro al frente del liderazgo claramente del Poder Popular chavista.
El asunto no es que del dicho al hecho hay mucho trecho. Todo está en recorrerlo y hacerlo con conciencia de clase y convicción patriótica, porque -no lo olvidemos- ¡La Patria es América!
Ilustración: Xulio Formoso