Cabello: el presidente seguirá siendo Nicolás Maduro
Suena salsa de la mejor, tocada por una banda muy especial cuando ingresa Diosdado Cabello, el número 2 del chavismo, para conducir “Con el Mazo Dando”, el programa televisivo que este retirado capitán de ejército sostiene de hace 5 años defendiendo sin matices la Revolución Bolivariana.
“Nos quieren rendir por hambre, por desolación o por tristeza, no lo lograrán”, asegura en la apertura. Después da paso a las risas, la ironía, con un estilo muy campechano y popular que lo asemeja hasta el espejo a lo que hacía el comandante Hugo Chávez en su recordado “Aló presidente”.
“Pido que no se desespere nadie”, dice dando paso a una nueva sesión de salsa con letras favorables al chavismo ejecutadas por la sorprendente Orquesta de la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela.
Después de la música que bailan en la platea militares de alto rango y cadetes de distintos institutos, Cabello emite consignas que son coreadas con energía y convicción. Oficia como un jefe de tropa y de hecho así lo recuerda evocando el juramento del 4 de febrero de 1992, cuando nacieron a la vida política con el levantamiento comandado por Chávez. “Si no hay gringos no es un golpe de estado”, aclarará para despertar las risas del auditorio que interactúa con el líder todo el tiempo.
El programa que puede durar desde 3 a 5 horas, le permite al dirigente una vía directa de comunicación con la base más firme del chavismo, aquella a la que le pide conciencia, organización y esfuerzo de manera reiterada.
Se ríe de el atuproclamado presidente Juan Guaidó, del que dice “terminará en los Estados Unidos con mucha plata, ya sabemos cómo termina esta película”, expone para ridiculizar las órdenes y ultimatums que diera el opositor en estos días.
“Guaidó tiene fecha de vencimiento el 5 de enero de 2020 y el presidente seguirá siendo Nicolás Maduro”, asegura.
Ante el auditorio se muestra seguro de lo que Chávez llamó “la alianza cívico militar” que es la base en la que se sustenta el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), la fuerza política que gobierna desde 1998 con la resistencia hostil de una oposición muy dividida y “siempre golpista”, como la define.
“¿Cuál gente?” se pregunta ante cámara ante el llamado de Guaidó a reunir 250 mil personas el 23 de febrero próximo en el estado de Táchira donde la oposición hará un festival con artistas venezolanos, colombianos y españoles que entiende le ayudará a construir a multitud.
“Sólo tienen a los gringos”, apunta y desafía: “si tienen quinta columna los trataremos como enemigos de guerra”.
Cabello muestra una seguridad en las fuerzas propias que sorprende a un observador externo. “Sabe a quién tiene en frente”, comenta una veterana mujer de la audiencia mientras unos videos históricos, seleccionados de los discursos de Hugo Chávez, parecen hablar del tiempo actual.
“Eres grande Chávez!”, exclama el capitán.
Reclamo a Maduro
“¡Queremos pago ya!” , cantan unos 300 trabajadores reunidos frente a la sede de la Defensoría del Pueblo en el sector Bellas Artes de esta capital. Se los ve cansados, con el gesto de quienes arrastran una larga lucha.
“Estamos durmiendo en las plazas”, contó Mario Salazar, vocero de los ex trabajadores de la faja petrolífera del Orinoco. Exxon Mobil, los contrató a través del “Acta Convenio”, firmado por la multinacional con Petróleos de Venezuela (PDVSA).
“Ese contrato petrolero fue fraudulento, que hicieron entre las dos empresas, de tal manera que nos quitaron, nos robaron nuestros pasivos laborales. Estamos hablando de 21 años, desde el 97 en adelante. Entonces, sucede que ellos nos quitaron nuestros pasivos laborales, fue el año 2012 cuando el comandante Hugo Chávez obtiene de Exxon los pasivos laborales, para que nos pagaran. En ese mismo Chávez ordena la ministra de Trabajo, María Cristina Iglesias, y al presidente de PDVSA Rafael Ramírez, hoy prófugo de la justicia venezolana, que lo hagan efectivo, situación que nunca ocurrió y desde ese entonces estamos en las calles buscando que se nos pague nuestros pasivos laborales”, narró.
El dirigente Pedro Amado consignó a su turno que recibieron promesas de parte del coronel Bladimir Lugo. “Le pagaron a 3.800 trabajadores en la época que Chávez estaba vivo. Después que él muere, nosotros que somos los campesinos venimos de los caseríos no sabíamos. Cuando nos enteramos que le pagaron a la gente empezamos nuestra lucha. Hasta el momento esa lucha la llevamos aquí, puros viejitos de la tercera edad. Aquí están los hombres que con estas manos sacaron el petróleo de Venezuela, el gas de la tierra para que hubiera todos estos recursos, nosotros somos pioneros de esto”.
Salazar insistió: “no somos guarimberos, somos petroleros, pero hemos venido aquí a reclamar nuestros derechos. Nosotros reconocemos a Nicolás Maduro porque la mayoría votamos por él. Nos da rabia cuando el presidente dice basta de tanta indolencia y a nosotros nos han invisibilizado”.
“Nosotros dormimos en la noche frente a la plazoleta de la Biblioteca Nacional, al ministerio de Comunicaciones, al Vive TV y frente al Panteón Nacional, donde reposan los restos de nuestros precursores, forjadores, los que batallaron por nuestros ideales y patria soberana. Queremos que se haga justicia social. No estamos pidiendo que nos den limosna, fuimos el pueblo que trabajó un día aquí para que hoy, esta patria tuviera ese dinero, dimos toda la vida en eso”, concluyó.
Jorge Zárate, desde Caracas