“Discutamos cara a cara en una cumbre de la Celac”
“Se quiere devolver un siglo atrás a nuestra América Latina y el Caribe y no podemos permitirlo. Los pueblos tenemos que luchar porque prevalezca el diálogo en la diversidad, el espíritu bolivariano de la unión, de la integración, por encima de la intolerancia ideológica de las derechas que quieren imponerse”, dijo este jueves el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, al asumir su segundo mandato, no reconocido por 17 gobiernos de la región. VER: RESOLUCIÓN DE LA OEA
El Jefe de Estado aprovechó la ocasión, frente a delegaciones de decenas de países del mundo, para proponer nuevamente una cumbre de presidentes de América Latina y el Caribe en el marco de la Celac, integrada por los 33 países de la región. Lo hizo con el objetivo de “discutir a agenda abierta todos los temas que tengamos que discutir, cara a cara”.
“Si quieren poner en la agenda el tema Venezuela, vamos a discutirlo cara a cara y de cara a los pueblos, en una cumbre de la Celac. Ratifico hoy mi propuesta, lanzo el reto: una cumbre especial para revisarnos desde adentro, para debatir francamente y, ojalá, para llegar a acuerdos que nos permitan madurar y superar este clima de intolerancia y de agresión ideológica que daña a nuestro continente y traiciona el sueño de unión de los Libertadores”, planteó Maduro y recibió largos aplausos de todas las comitivas internacionales presentes.
“Ninguno de los gobiernos intervencionistas, satélites de los Estados Unidos, ha querido sentarse cara a cara frente a mí”, se lamentó luego. “Sospecho que tienen miedo, de vernos cara a cara, de escuchar nuestra verdad”, completó sobre los 13 miembros del Grupo de Lima que firmaron una resolución inédita esta semana. VER DECLARACIÓN
Mensaje al Alba
A los otros 11 gobiernos que forman el Alba junto con Venezuela, entre los que sobresalen Bolivia, Cuba y Nicaragua, les dijo que el organismo “podría jugar un papel importante y tomar una iniciativa diplomática de altura para parar esta locura, esta escalada que quién sabe hasta dónde nos puede llevar”, en referencia al no reconocimiento del Gobierno de Venezuela por parte de 17 gobiernos de la región.
Luego, profundizó: “Tenemos que tomar nuevas iniciativas, de diálogo, de conversación, de acercamiento, porque a nadie le conviene la escalada de intervencionismo que hay en este momento. Y no nos podemos contentar solamente con un comunicado. Tenemos que empezar a actuar, porque estamos defendiendo el futuro de América Latina y el Caribe, de Celac, de Unasur. No podemos dejar que una derecha extrema, intolerante, destruya una obra que se estaba levantando, de la unión de América Latina y el Caribe. Por eso yo propongo una cumbre de presidentes de la Celac para abordar estas circunstancias y que se escuche a Venezuela y, en base al diálogo, a la diplomacia de paz y a la verdad, superar esta situación y retomar el camino de la integración y la cooperación”.
Sin dar detalles, Maduro también planteó que le gustaría que un grupo de gobiernos de América Latina “que mantienen el equilibrio político”, junto a “algún país poderoso del continente”, del cual no dio el nombre (podría ser México), tomen la iniciativa y formen un grupo para el diálogo y el reencuentro en la región. “Siempre es posible si hay voluntad política”, consideró.
“Estados Unidos ‘goza’ cuando ve a los gobiernos de América Latina y el Caribe enfrentados”, agregó después. “Nada justifica la agresión contra Venezuela, que tiene una democracia sólida. Si los venezolanos tenemos problemas, los únicos que debemos atender y resolver esos problemas somos los propios venezolanos y venezolanas, sin intervención de ningún gobierno del mundo, así como nosotros no intervenimos en los asuntos de ningún país del continente ni del mundo”, finalizó el mandatario venezolano.