El estruendo de las armas silenciosas – Por Iván Padilla Bravo
18 marzo, 2019
category: FORO DEBATE
«Producen, sin embargo,
un consecuente ruido,
causa previsibles daños físicos
y mentales e interfiere
de forma inequívoca
en la vida social cotidiana»…
Cristina Martín. Bilderberg
Hace rato que el Imperio del capital, los burgueses dominadores del mundo y su expresión hegemónica, mediática, política y militarista, asumieron las «armas silenciosas» para la ejecución de sus ataques, la consolidación de sus guerras y el ejercicio del dominio global.
El «Club Bilderberg» habla constante al oído del Pentágono girando instrucciones para elaborar estrategias y lineamientos que actualmente vocifera con altanería el buhonero de las armas que ocupa el cargo de dictador, terrorista y genocida al frente de la presidencia de los EEUU.
Bilderberg -el nombre de la mafia de poderosos capitales agrupados en un club de golfistas que se reúnen anualmente para girar instrucciones a sus gobiernos en la tarea de «gobernar» (valga la redundancia) países y a estos «democráticamente» desde el imperial estadounidense- ha ordenado el «giro» hacia el uso predominante de las armas del silencio, pero sin prescindir de la guerra.
La opción por el uso de «sutiles» misiles tecnotrónicos en la actual guerra de enésima generación -por la cual se consigue el apagón eléctrico en todo un país y sus consecuentes afectaciones en las áreas de iluminación, distribución de agua potable, emergencias sanitarias, transporte ferroviario, comunicaciones y otros servicios básicos, tal como se acaba de «bombardear» en hacker a Venezuela el pasado jueves 7 de marzo y días sucesivos a éste- confirman la opción del Imperio por empuñar las «armas que disparan situaciones» en su deseo por perpetuar su dominio.
Las armas silenciosas van a seguir tronando, continuarán haciendo bulla por el mundo, pero particularmente en Venezuela, el país con mayor fuerza en riquezas cuantificables y el de voz más clara entre la rebeldía antiimperialista por la defensa de nuestra soberanía.
La periodista española Cristina Martín Jiménez, autora del libro El Club Bilderberg. Los amos del mundo (Arcopress, segunda edición. 2005) contribuye a desnudar esta realidad a partir de un diagnóstico «del futuro orden mundial, de su paz y de su tranquilidad» a condición del arrodillamiento de los pueblos apuntados en sus cabezas y sometidos por «nuevas armas» calificadas de «silenciosas» por su funcionamiento y apariencia pública y por sus efectos desintegradores de cualquier fortalecimiento en el Poder Popular.
Hemos dicho y coincidimos plenamente con los diagnósticos presentados por la Revolución Bolivariana y sus líderes -con responsabilidades gubernamentales o no- que la guerra a la que se somete nuestro pueblo hoy, no ha concluido con la victoria en la «batalla eléctrica».
Nuevas acciones «silenciosas», de carácter terroristas, están en la agenda guerrerista contra Venezuela.
Van a ser activados a repetición nuevos hackers contra el sistema eléctrico, contra el informático, contra el operativo-financiero, contra el de transporte terrestre a propulsión eléctrica, contra los centros de comunicación radioeléctricos y 2.0, entre muchos otros como el proyecto haarp, predecibles o no.
Aunque predominen las armas silenciosas, no se descartan los «bulliciosos» actos terroristas contra personas, edificaciones (incluso algunas emblemáticas en el imaginario burgués, tal como lo hicieron en 2002 contra las famosas «Torres Gemelas» en pleno centro de Nueva York) sistemas de producción y distribución, puentes, elevados, distribuidores viales O y fronteras.
La guerra -no lo decimos con interés alarmista- apenas empieza. Nuestro deber es de centinelas en la Defensa Integral de la Patria. ¡Qué nadie bajé la Guardia, qué nadie se duerma! La única forma de asegurar la victoria es estando convencidos de que estamos en guerra. Una guerra predominantemente silenciosa, pero que igual produce bajas, es inclemente y cruenta. «¡Estamos enfrentando al imperialismo¡». Es Chávez, el líder y estratega, quien nos lo recuerda.
Ilustración: Iván Lira