España: campaña electoral con incertidumbre política
Ignacio Díaz – América XXI
Este viernes comenzó en España la campaña para las elecciones generales del próximo 28 de abril, que resultarán en una nueva composición parlamentaria. El riesgo mayor es que no logren formarse alianzas de gobierno y se profundice la crisis política en el país.
Tras la destitución del expresidente Mariano Rajoy (Partido Popular, PP) por los diputados el pasado 1 de junio, Pedro Sánchez (PSOE) ocupó su lugar, pero debió llamar a elecciones el 15 de febrero. Lo hizo tras no poder alcanzar una mayoría para aprobar un nuevo presupuesto nacional.
La principal novedad en el escenario político español es la irrupción de la extrema derecha nacionalista (Vox), que seguramente se consolide como una quinta fuerza a nivel nacional e incluso podría llegar más alto según algunas encuestas. Luego de la consolidación de Ciudadanos como nueva organización de derecha y de Podemos como nuevo bloque de izquierda se rompió el bipartidismo español (PP-PSOE) y comenzó a ser más compleja la formación de gobiernos tras elecciones en el país.
Ahora la situación se tornó todavía más complicada. Algunas encuestas muestran que es posible un escenario en el que las eventuales alianzas PP-Ciudadanos y PSOE-Podemos no sumen una mayoría parlamentaria. Si así fuera, sería necesaria la inclusión del nacionalismo xenófobo de Vox o del independentismo catalán en coaliciones de gobierno, algo que en la previa se ha descartado.
Cuadro político
El PSOE de Pedro Sánchez conformará la primera minoría según todos los sondeos y el Partido Popular está segundo, pero ambos podrían sumar el menor porcentaje de votación de la historia española, lo que confirmaría el fin del bipartidismo.
Sánchez es hoy el dirigente español con mayor nivel de aprobación y según las encuestas habría recuperado votos del Partido que se habían ido a Podemos.
La decisión de retirar los restos del dictador Franco del Valle de los Caídos, mantener el diálogo con los dirigentes catalanes y reivindicar consignas de sectores sociales como el feminismo, de gran crecimiento en los últimos años, parecen haber permitido una recuperación relativa del partido socialdemócrata español. También ayudó a esto la dura campaña de la prensa contra Podemos y la ruptura en este movimiento de su segunda figura: Íñigo Errejón.
El PP sufre en una crisis muy profunda, lo que ha fortalecido a la nueva derecha de Ciudadanos y al nacionalismo xenófobo de Vox. Ante esta nueva situación, se ha profundizado el carácter conservador y reaccionario del partido surgido del franquismo que en un giro populista inédito ha lanzado como candidatos a toreros.
La suma de votos de estas tres fuerzas podría confirmar un corrimiento a derecha del electorado español, en línea con lo que sucede en otros países de Europa tras la irrupción de nuevos nacionalismos de tinte fascista.
Sin embargo, con una cifra de indecisos estimada en más de 40% es muy difícil aventurar pronósticos para las próximas elecciones. Lo que sí parece claro es que el bipartidismo tradicional parece perder cada vez más peso en la política española.
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