Francisco rechazó sumarse al plan de golpe en Venezuela
A pesar de las enormes presiones del gobierno estadounidense, reproducidas en la prensa afín a escala latinoamericana, el jefe de la Iglesia Católica rechazó sumarse a los gobiernos que proclamaron reconocer al diputado Juan Guaidó como presidente provisional de Venezuela.
En su vuelo de regreso a Roma, tras el cierre de las Jornadas Mundiales de la Juventud que organiza el Vaticano, Francisco respondió preguntas de los periodistas acreditados y aseguró que “sería una imprudencia pastoral” respaldar la autoproclamación de Guaidó como presidente encargado de Venezuela.
“Haría daño ponerse de la parte de unos países o de otros”, agregó luego en un intento por mantener distancia de la división que hoy atraviesa al continente americano, donde un grupo de gobiernos encabezado por la Casa Blanca desconoce el nuevo mandato constitucional de Nicolás Maduro, que comenzó el pasado 10 de enero.
Evitar la guerra
La posición del argentino Jorge Bergoglio no es en apoyo a la Revolución Bolivariana, sino que busca evitar una confrontación armada en Venezuela, que incluso podría exceder sus fronteras.
“¿Qué es lo que me asusta? El derramamiento de sangre”, dijo sin vueltas la máxima autoridad del Vaticano. Agregó que si ambas partes lo desean colaborará en una eventual instancia de diálogo, que en la región promueven gobiernos como el de México y Uruguay. “Si necesitan ayuda, de común acuerdo, que la pidan”, completó.
Por ahora solo Maduro apoya una iniciativa de diálogo, mientras que Guaidó asegura que el Gobierno caerá “en cualquier momento” y llama abiertamente a un golpe de estado militar.