“Hay una red argentina de espionaje político-judicial”
Durante más de cuatro horas, el juez federal Alejo Ramos Padilla detalló ante la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados la presunta estructura de espionaje ilegal y paraestatal que investiga desde el municipio de Dolores, en la provincia de Buenos Aires.
El caso involucra al fiscal federal Carlos Stornelli, quien lleva adelante junto al juez Claudio Bonadío la mayor investigación por corrupción contra los gobiernos de Cristina Kirchner.
Según Ramos Padilla, la red de espionaje que está investigando y tiene como eje al falso abogado Marcelo D’Alessio, se dedica a extorsionar a políticos, jueces, empresarios, funcionarios públicos, fuerzas de seguridad y periodistas desde hace muchos años.
“La metodología era la recopilación de información, la producción de inteligencia y el almacenamiento de datos sensibles de distintas personas de manera paralela a las causas judiciales, para luego llevar a cabo acciones coactivas, intimidatorias y extorsivas, todo ello con la finalidad de influir en causas judiciales”, se explayó.
Las pruebas recogidas ya fueron entregadas a la Comisión Bicameral de Inteligencia del Congreso y se basan principalmente en los documentos secuestrados en el allanamiento al domicilio de D’Alessio. Allí había informes de inteligencia, dispositivos utilizados para el espionaje y la intervención de comunicaciones, entre otros elementos.
Pruebas
Este material le da la causa un valor mayor al que tenía en un primer momento, cuando se apoyaba básicamente en el testimonio de un empresario agropecuario (Pedro Etchebest) y una denuncia periodística, cuyos vínculos con el kirchnerismo eran evidentes.
Ramos Padilla aseguró que la denuncia contra Stornelli por extorsión y cobro de sobornos, y los vínculos de D’Alessio con periodistas y un juez es “ínfima” al lado del esquema que expuso ante el Congreso y deberá probar durante la investigación judicial. “Nosotros pensamos que íbamos por otro caso, por el caso de una espía que estaba girando a un fiscal y nos topamos con esta investigación”, dijo. Y completó: “Lo que estamos viendo puede perjudicar las relaciones con Estados Unidos, con Venezuela, con Israel y con Uruguay. Porque esta organización tuvo incidencia en distintos ámbitos de incumbencia de varios países”, planteó el juez argentino.
También dijo que “hay elementos que vinculan a D’Alessio con la DEA” estadounidense, ya que era presentado en muchos ámbitos como un agente de ese organismo, algo que no pudo corroborar el juez y que la Embajada de Estados Unidos no respondió.
Entre las pruebas recogidas en el allanamiento hay informes de inteligencia que tienen el sello de la Embajada estadounidense, aunque no se sabe si es material auténtico o falsificado.
Pdvsa y la operación internacional
En sus comunicaciones intervenidas, D’Alessio se jactó de haber “quebrado” a un exdirectivo de la filial argentina de Pdvsa, la petrolera venezolana, que luego salió en un video grabado por el periodista de Clarín, Daniel Santoro, y declaró ante el fiscal Stornelli. Esto “va en sintonía -de acuerdo a lo que ellos dicen- con la decisión del Gobierno norteamericano de congelar fondos de Pdvsa a nivel internacional, precisamente para dejar sin fondos a Venezuela”, agregó el juez.
“De Pdvsa hay mucha información, hay cuadernos que tenemos que analizar, hay también otros actores que pertenecerían al Frente Amplio uruguayo que se habrían visto afectados por estas maniobras de espionaje o al menos están mencionados”, completó sobre el tma.
Los diputados de la alianza de gobierno Cambiemos no fueron a la exposición por considerar que se trataba de una “puesta en escena” del kircherismo.
D ́Alessio en sus computadoras tenía numerosas carpetas con títulos como “Operación Jaitt”, fallecida este mes, “Operación Traficante” y “Operación Fantino”, un reconocido periodista televisivo.
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