Israel construirá miles de viviendas en tierras ocupadas
El régimen israelí autorizó la construcción de 23 mil viviendas en los próximos cinco años en Jerusalén, la mayoría de ellas en la parte oriental de la ciudad, declarada por la ONU territorio palestino pero ocupado por Israel desde 1967 .
La resolución de la ONU 2334, aprobada en 2016, determinó que «el establecimiento de asentamientos por parte de Israel en el territorio palestino ocupado desde 1967, incluida Jerusalén Este, no tiene validez legal.
La misma resolución -desoída por Israel, Estados Unidos y las principales potencias- «constituye una flagrante violación del derecho internacional y un obstáculo importante para el logro de la solución biestatal (de los dos estados) y de una paz general, justa y duradera».
Pese a esta ilegalidad, el Gobierno israelí informó este lunes que el proyecto de ocupación abarca tres millones de metros cuadrados para nuevas superficies comerciales y una inversión «récord», estimada en 370 millones de euros.
El anuncio se produjo durante una ceremonia a la que asistieron el primer ministro de extrema derecha Benjamin Netanyahu y otros funcionarios del régimen israelí.
Algunas de las obras del nuevo plan se extienden por las colonias de Pisgat Zeev o Neve Yaakov, en la parte este de Jerusalen, donde la ocupación israelí es considerada ilegal por la legislación internacional y varias veces denunciada por las Naciones Unidas.
La directora de la organización israelí Ir Amim, Bety Herschman, destacó que además de construirse sobre territorios ocupados, existe «discriminación en los planes de construcción» ya que en el oeste los israelíes disfrutan de este tipo de construcciones para el desarrollo urbanístico pero en el este, los palestinos carecen de ellas.
Este anuncio se da, además, en momentos en que las autoridades de Palestina y ONGs denuncian enormes dificultades para que la municipalidad de Jerusalen apruebe permisos para levantar una propiedad y advierten qe muchas viviendas palestinas están siendo demolidas.
Netanyahu aseguró que Israel será sólo para los judíos y celebró la firma del acuerdo desoyendo la legalidad internacional: «Jerusalén es la eterna capital de Israel y lo ha sido durante 3.000 años. Esto es parte de la eternidad. Estamos comprometidos con la eternidad».
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