“Lo que hacen con Santrich es violar el acuerdo de paz”
El caso del exguerrillero Jesús Santrich expone en estos momentos como ningún otro la lucha interna entre quienes defienden el camino de los acuerdos de paz y el actual gobierno de Iván Duque, que impulsa la continuidad del conflicto armado interno con apoyo de Estados Unidos.
Santrich debía ser liberado desde que el miércoles la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) expuso las irregularidades y fallas de la causa por narcotráfico en su contra, que está en manos del Departamento de Justicia estadounidense. La evidente falta de pruebas generó el fallo a favor del exguerrillero, que sin embargo no fue liberado de inmediato.
Ante la evidente ilegalidad, este viernesel Tribunal Superior de Bogotá otorgó un habeas corpus tras la petición de la defensa legal de Santrich y debió ser puesto en libertad de forma inmediata, tras más de un año de detención en la cárcel de La Picota, ubicada en la capital.
Sin embargo, mediante una nueva operación montada entre Estados Unidos y el gobierno colombiano, tras su liberación el dirigente de Farc fue recapturado por orden de la Fiscalía, que dice haber recogido “nuevo material probatorio”.
Como el fallo de la JEP rechaza la extradición, pero no la investigación en Colombia, la Fiscalía pudo conseguir la orden de un juez para proceder a la recaptura.
Paz o guerra
“No existe una sola prueba que demuestre que Jesús Santrich cometió ningún delito. Esto que están haciendo es un favor a los señores de la guerra que quieren acabar con la JEP”, repudió Victoria Sandino, senadora de Farc. “Lo que están haciendo es una traición al acuerdo, están burlando la JEP, están burlándose de todos quienes confiamos en este acuerdo de paz”, agregó.
Por su parte, el senador Iván Cepeda denunció que “Uribe y su entorno más fiel están presionando al presidente Duque para que tome el camino totalitario del estado de excepción. Quieren destruir el proceso de paz, y de paso librarse de investigaciones penales cerrando las altas cortes por medio de una constituyente golpista”.
Antes, el dirigente de Farc Iván Márquez había asegurado que con el fallo de la JEP “el exfiscal Néstor Humberto Martínez y el embajador de los Estados Unidos se quedaron sin el chivo expiatorio que perversamente habían seleccionado para darle la estocada final a la paz de Colombia”.
El gobierno de Duque presiona a la Justicia para lograr la extradición a Estados Unidos e intentar así romper los acuerdos de paz y continuar con la guerra interna en Colombia.
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