Ocho cancilleres y Guaidó por videoconferencia - Por Adrián Fernández
Con discursos desgastados y sin apoyos explícitos al diálogo en paz, el grupo de Lima hizo su paso por Buenos Aires.
23 julio, 2019
category: FORO DEBATE
Los ministros de Exteriores de ocho de los países gobernados por la derecha que conforman el grupo de Lima se reunieron en Buenos Aires para «seguir trabajando en el restablecimiento de la democracia» en Venezuela.
En el encuentro, del que también participaron «altos representantes» de otros cinco gobiernos del continente, no estuvio presente de manera formal el apoyo al diálogo que se lleva adelante en Barbados.
Las deliberaciones de la XV reunión estuvieron encabezadas por el ministro anfitrión, Jorge Faurie, y su homólogo peruano, Néstor Popolizio.
El objetivo declarado fue «continuar coordinando esfuerzos para la recuperación de la democracia en Venezuela», según Faurie.
Durante la mañana se realizó una videoconferencia con el líder golpista Juan Guaidó, llamado por los participantes como presidente encargado de Venezuela.
Guaidó agradeció la iniciativa del grupo y el hecho de que los países participantes estén recibiendo a los millones de venezolanos que protagonizan un éxodo masivo durante los últimos años.
La Cancillería argentina señaló que participaron los representantes de Perú, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala y Guyana y altos representantes de Canadá, Honduras, Panamá, Paraguay y Santa Lucía.
La misma fuente informó que estuvo la representante de Guaidó en Argentina, Elisa Trotta, y que participaron como observadores Ecuador y, por primera vez, El Salvador, representado por su canciller.
Argentina señaló que de la reunión participaron representantes de la Unión Europea, en referencia a Enrique Iglesias, designado recientemente asesor especial para Venezuela en virtud de las diferencias de criterios que existen entre los Gobiernos de la UE sobre la situación en en el país sudamericano.
También estuvo Julio Borges, golpista reconocido como representante ante el grupo de Lima, quien pidió «aumentar la presión financiera y diplomática contra quienes han saqueado la riqueza» del territorio bolivariano.
«La corrupción es muerte, miseria y pobreza, los corruptos deben ser sancionados», sostuvo Borges, quien se tomó de algunos puntos del informe elaborado por la alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet.
Al inaugurar la ronda, Faurie dijo que la situación actual en Venezuela es “el episodio más traumático de la institucionalidad y de la paz en nuestra región en las últimas décadas”.
En su caracterización, el ministro argentino olvidó de otros «traumas institucionales» de la última década como el golpe de Estado en Honduras, los fallidos golpes en Ecuador y Bolivia, el golpe parlamentario contra Dilma Rousseff en Brasil, en encarcelamiento sin pruebas de Lula Da Silva y la destitución de Fernando Lugo en Paraguay.
Faurie tampoco hizo referencia a otras crisis «traumáticas» como las de México, que tuvo unos 40,000 muertos o desaparecidos en los últimos 20 años.
Tampoco mencionó a Colombia, donde prácticamente cada día son asesinados líderes sociales o militantes políticos de izquierda en este país con más de 200 mil muertos y desaparecidos en los últimos 50 años.
El diagnóstico del ministro agregó: «en Venezuela hay enorme cantidad de presos políticos, y mucha gente siendo torturada. Hay gente que está pagando con su sangre la vida en Venezuela», sin dar cifras ni datos ni nombres.
«Mientras Venezuela viva esta dictadura, todas nuestras democracias se ven debilitadas», afirmó el jefe de la diplomacia argentina, cuyo Gobierno difunde propagandas contra Venezuela como parte de la campaña electoral.
Faurie remarcó que “desde la Argentina, hemos hecho un gran esfuerzo para lograr incorporar a nuestra vida a más de 130.000 venezolanos, y hemos abierto un registro nacional para recoger todas las denuncias que puedan hacer”.
Pese a este «gran esfuerzo» al que se refiere Faurie, un reciente estudio de una consultora privada admite que el 70% de los venezolanos en Argentina trabaja en negro (de manera irregular) y más del 80% cobra menos de lo que se necesita para vivir.
En la última reunión realizada en la ciudad de Guatemala el 6 de junio pasado el grupo llamó a intensificar la presión internacional sobre Maduro, algo que no ocurrió a excepción de Estados Unidos que amplía el bloqueo.
Antes de eso, en Nueva York, la derecha continental decidió sumarse al Grupo Internacional de Contacto (GIC, liderado por algunos países de la Unión Europea) y convocar a naciones como Rusia, China y Cuba.
Según la conclusión, el objetivo de convocar a países «amigos de Venezuela» era contribuir «de manera coordinada» a la «solución política en Venezuela» con la participación de “todos los actores políticos”.
Pero nada de aquello estuvo este martes en Buenos Aires. Incluso el grupo omitió cualquier referencia oficial al proceso de diálogo que iniciaron hace dos semana las delegaciones del presidente Nicolás Maduro y de la oposición .
De hecho, en Buenos Aires tampoco se hizo referencia al rol de Noruega, cuyo gobierno es garante del proceso que se lleva adelante en Barbados.
La de Buenos Aires fue otra puesta en escena del grupo de Lima, tal vez la más devaluada desde que nació en 2017. A la hora de cerrar este artículo, la noticia estaba ausente incluso en los portales de los principales diarios argentinos alineados a Washigton.