Un año de Duque, más de 200 líderes sociales asesinados
El presidente colombiano cumplió un año en el poder y fracasó en cumplir los puntos clave del Acuerdo de Paz.
El primer año del gobierno de Iván Duque en Colombia estuvo marcado por los crímenes de líderes sociales y las constantes trabas del Gobierno para poder avanzar en la hoja de ruta trazada por los Acuerdos de Paz.
Un reciente informe del Instituto Estudios para la Paz (Indepaz) reportó 229 crímenes de defensores de derechos humanos y líderes comunitarios en el país desde la asunción de Duque a la Presidencia el pasado 7 de agosto de 2018 y hasta el 20 de julio último.
“Al presidente Duque le quedó grande reconocer que la política en esta materia ha sido insuficiente porque la estrategia de seguridad que definió el Gobierno no coloca los problemas de la paz en el centro y desvía la atención hacia una estrategia de seguridad corporativa para la iniciativa inversionista y no la seguridad en los territorios”, declaró el director de Indepaz, Camilo González Pozo, en entrevista con RCN Radio de Colombia.
Las organizaciones sociales y defensoras de la paz del país le cuestionan al Gobierno no cumplir con lo pactado en los Acuerdos de Paz con las Farc para poner fin al conflicto armado interno y reducir la violencia.
Desconfianza social
Muchos líderes sociales fueron señalados como “guerrilleros”, inclusive por funcionarios del propio gobierno, en una campaña de difamación de enorme gravedad si se tienen en cuenta las cifras de muertes.
Cauca, Antioquia, Norte de Santander, Valle de Cauca, Caqueta, Nariño y Putumayo son los departamentos que más crímenes registraron, ante la falta de protección estatal y el crecimiento de negocios ilegales en el país.
Investigaciones periodísticas revelaron también durante este primer año de gobierno de Duque una reactivación de la política militar uribista que provocó los llamados “falsos positivos”, denominación que tuvieron los crímenes de personas pobres que fueron reportados falsamente como muertes de guerrilleros en combate.
La presión social que se generó tras estas revelaciones y las denuncias de corrupción dentro de las Fuerzas Armadas provocaron el relevo de la cúpula militar del país en diciembre último.
El último 26 de julio, miles de colombianos y colombianas salieron a las calles para defender los Acuerdos de Paz y exigir protección y justicia ante los crímenes de líderes sociales y exguerrilleros desmovilizados. LEER: 26J, EL GRITO QUE ROMPIÓ FRONTERAS
A esto se suma una situación social compleja, con un desempleo mayor al 10%.
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