Tres millones de brasileños marcharon por los derechos LGBT
El ya tradicional desfile anual del orgullo gay en San Pablo tuvo una concurrencia de 3 millones de personas según sus organizadores y estuvo atravesado por una fuerte condena al fundamentalismo religioso. Este año, en su 21ª edición, uno de los blancos fue la bancada evangélica del Congreso, que tuvo fuertes intervenciones contra la homosexualidad y quedó expuesta por la profunda corrupción que atraviesa a cientos de diputados y senadores.
“Nuestros principales enemigos hoy son los fundamentalistas religiosos, grupos de personas dentro de algunas religiones que insisten en condenarnos y en quitarnos los derechos adquiridos”, afirmó la presidenta de la Asociación del Desfile del Orgullo de Gais, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales de San Pablo, Claudia Regina dos Santos García, al comienzo de la movilización. “Muchos de esos legisladores religiosos y conservadores aprovechan la inmunidad parlamentaria para diseminar el odio entre una parte de la población”, denunció.
La marcha del domingo tuvo lugar tres días después de la Marcha para Jesús y se pronunció en defensa de un Estado laico, tal como lo establece la Constitución. Un relevamiento del colectivo Vote LGBT, hecho junto a tres encuestadoras, mostró en 2016 que el 46% de los manifestantes del desfile son cristianos, principalmente católicos y evangélicos, una situación que genera importantes tensiones dentro de ambas iglesias.
“Nuestro papel es luchar por derechos, pero nuestro trabajo es el año entero, para que la sociedad pueda disminuir la violencia y discriminación social contra la población LGBT”, explicó Marcos Freire, coordinador del colectivo LGBT de la Central Única de Trabajadores (CUT). Este año la manifestación sumó visibles pedidos de elecciones directas anticipadas (bajo la consigna “Diretas Já”) y sumó fuertes rechazos al gobierno ilegítimo de Michel Temer, con numerosos carteles que pedían su renuncia.
La multitud movilizada a lo largo de varias cuadras de la Avenida Paulista este domingo volvió a confirmar que el desfile de San Pablo es el mayor del mundo en defensa de la comunidad LGBT. Sin embargo, Brasil sigue siendo uno de los países socialmente más conservadores y homofóbicos. Según las estadísticas de la organización Grupo Gay da Bahía (GGB), en lo que va de 2017 hubo 166 homicidios motivados por la homofobia.
Según la alcaldía de San Pablo, entre 3 y 4% de los cerca de 3 millones de participantes son turistas extranjeros y un 20% del total llega a la ciudad desde otras ciudades de Brasil.