Arresto de príncipes y ministros saudíes por corrupción
El poder del rey Salman y su príncipe heredero en Arabia Saudí quedó más consolidado este fin de semana luego de un gran operativo anticorrupción para detener a 11 príncipes, cuatro ministros y decenas de ex funcionarios de gobierno.
Entre los detenidos resalta el caso del multimillonario Al-Waleed bin Talal, dueño del grupo financiero Kingdom Holding. Este príncipe saudí es nieto del rey fundador del país, Abdulaziz bin Saúd, y su fortuna asciende a 17 mil millones de dólares según la revista Forbes, que lo ubicó en el puesto 45 de las personas más ricas del mundo y en el primer puesto a nivel nacional. Su firma tiene porcentajes de empresas privadas y públicas en Estados Unidos, Europa y Medio Oriente, en el sector bancario, hotelero, tecnológico y de medios de comunicación.
También fue arrestado el jefe de la Guardia Nacional, el príncipe Miteb bin Abdullah, y reemplazado en el cargo por un hombre del grupo del príncipe heredero, que afianza su control sobre las instituciones de seguridad del país.
Otros detenidos son el ex ministro de Finanzas y miembro de la junta directiva de la petrolera Saudi Aramco, Ibrahim al-Assaf; el ministro de Economía, Adel Fakieh; el ex gobernador de Riad, Turki bin Abdullah. En el ámbito privado, destacan los casos del presidente de la constructora Saudi Binladin y del dueño de la red de televisión MBC.
Los arrestos se produjeron el sábado por la noche, en el marco del comité anticorrupción que investiga las inundaciones que afectaron a sectores de la ciudad de Yeda en 2009, con numerosas muertes, y la respuesta del gobierno al virus del Síndrome Respiratorio de Medio Oriente (Mers) que ha matado centenares de personas en los últimos años. Quien lidera el comité es el propio príncipe heredero, que también ocupa el cargo de ministro de Defensa.
El máximo consejo de clérigos del reino emitió un comunicado para defender las medidas y afirmar que es un “deber islámico” luchar contra la corrupción.