Bolivia: el clima condiciona la lucha contra los incendios
El gran despliegue de recursos contrasta con las condiciones adversas que, pese a todo, lograron reducir los focos de fuego.
Una veintena de aeronaves, varios miles de personas tanto en el terreno como en tareas logísticas, al menos 50 cisternas y más de 200 vehículos para el transporte de brigadistas y voluntarios intentan hacer frente a los graves incendios forestales en la región de la Chiquitanía, en Bolivia, en medio de dificultades meteorológicas adversas.
Entre martes y miércoles, los focos de incendio se redujeron de 3.300 a 2.300 según informaron las Fuerzas Armadas de Bolivia, que coordinan buena parte de las acciones.
Aún así, el comandante de las Fuerzas Armadas, Williams Kalimán, explicó este miércoles que en los últimos días se registraron condiciones climáticas adversas.
Una de las primeras medidas que se toman en este tipo de situaciones es garantizar la seguridad de los brigadistas por lo que muchas veces se suspenden las tareas o se reduce el despliegue de personal.
Kalimán destacó que las operaciones en tierra y aire son coordinadas con más de una veintena de aeronaves y 19 campamentos en tierra que están en diferentes puntos cercanos a los incendios.
Agregó que, si las condiciones meteorológicas lo permiten, muchos de estos equipos pueden realizar el trabajo durante largas horas tanto de día como de noche.
Hasta este miércoles, los puntos críticos estaban en Tierra Firme, Tierra Hermosa y San Martín, en San Ignacio de Velasco; Roboré; Palestina y Villanueva de Concepción.
El asambleísta del departamento de Santa Cruz Alcides Villagómez señaló que los incendios obligaron a la evacuación de familias ante el avance sobre algunos poblados, además de tendidos eléctricos e instalaciones.
El jefe de la Unidad Forestal de la alcaldía de Roboré, Rudy Vargas, señaló que, «lastimosamente, volvemos a ser atacados por el fuego» en la comunidad cercana de Yororobá, donde viven unas 40 familias.
El jefe militar informó además que dos helicópteros Sikorsky, contratados por el Gobierno de una empresa de Canadá especializada en mitigación de incendios forestales, llegaron este miércoles al aeropuerto de Viru Viru, en Santa Cruz, donde funciona la base de operaciones.
Especificó que cada una de esas aeronavee puede cargar agua a través de absorción, lo que facilita el uso de lagunas, lagos y ríos y, además, puede transportar 18 bomberos a las zonas de operaciones.
Con estas dos nuevas aeronaves, cerca de veinte trabajan en los incendios incluyendo dos naves cisternas de envergadura, un helicóptero de gran porte y dos aviones de gran capacidad, uno de ellos ruso y el otro un SuperTanker Boeing 747.
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