Chile: nueva marcha estudiantil termina en represión
El mismo gobierno chileno que se suma al ataque contra Venezuela desde la OEA y condena las intervenciones policiales frente a protestas extremadamente violentas, dentro del país ordena la represión de las manifestaciones estudiantiles. Así ocurrió este miércoles, durante la tercera marcha nacional organizada este año por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech).
La protesta reunió a unas 10 mil personas en Santiago y logró amplias convocatorias en otras ciudades. En la capital, cuando los estudiantes se movilizaban por la avenida Alameda la policía embistió contra los manifestantes y dispersó la marcha con gases lacrimógenos.
“No pudimos hablar en el acto de cierre porque cortaron y dispersaron a todas las personas con muchos gases lacrimógenos”, denunció el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), Daniel Andrade.
Tras la interrupción de la protesta, dirigentes estudiantiles fueron hasta la Intendencia Metropolitana a denunciar una “desmedida represión”. Al salir de la reunión, Andrade declaró que “la Intendencia manifestó que efectivamente fue excesiva la represión de Carabineros, sobre todo en término de gases lacrimógenos y de cortar la marcha”. En todo el país hubo 50 detenidos durante las movilizaciones.
Los estudiantes universitarios reclaman una mayor apertura al diálogo por parte del gobierno y rechazan varios aspectos de la ley de reforma de la educación superior que discute el Congreso. Con estas y otras demandas volverán a marchar en julio.
Esta jornada de protesta se dio además en el marco de una importante toma de escuelas secundarias. Desde la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces) llamaron a “seguir en las calles, en las tomas, en los paros” y tras las amenazas del alcalde de la capital, Felipe Alessandri, y la ministra de Educación, Adriana Delpiano, aseguraron que todo colegio que sea desalojado será “retomado”.