En el primer semestre de 2017, a seis años del inicio de la guerra en el país, 440 mil sirios que estaban refugiados o forzosamente desplazados volvieron a sus hogares desde el exterior y desde otros puntos de Siria. El dato fue confirmado por el alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Andrej Mahecic, quien sin embargo alertó que aún no están dadas condiciones para el regreso seguro de los afectados por la guerra.

Mayormente, los sirios han regresado a las zonas recuperadas y controladas por el Ejército sirio en las provincias de Alepo, Homs, Hama y Damasco.

Según la agencia de la ONU, los motivos manifestados por los sirios que han regresado a donde vivían antes de la escalada bélica son: verificar el estado de sus viviendas, buscar a miembros de la familia o instalarse nuevamente debido a una mejora “real o percibida de las condiciones de seguridad en partes del país”, informó Mahecic.

Estas personas necesitan atención humanitaria, alojamientos y refugios, reconstrucción de infraestructuras y servicios básicos, así como protección ante la continuidad de la guerra, que ya dejó al menos entre 300 mil y 400 mil víctimas fatales según la ONU.