Comienza otro combate clave para el futuro de Siria
Por Ignacio Díaz – América XXI
Las autodenominadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) anunciaron este martes el lanzamiento de la “Gran Batalla” para expulsar al Estado Islámico (ISIS) de su principal bastión en Siria: la ciudad de Raqqa. “El plan de batalla, que se ha discutido con nuestros socios sobre el terreno, la Coalición Internacional, está listo para ser implementado”, comunicó el Comando General de las FDS, en referencia al bloque militar liderado por Washington.
Las milicias kurdas y árabes, que ya rodearon Raqqa por el este, oeste y parte del norte, avanzan ahora por tierra hacia el casco urbano de la ciudad. Desde el aire son apoyadas por Estados Unidos y los países que lo acompañan en los bombardeos ilegales sobre Siria e Irak.
Según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos, los aviones de la coalición estadounidense mataron hoy a por lo menos 21 civiles que huían de Raqqa e hirieron gravemente a muchos otros en una verdadera matanza. Desde este lunes se registran intensos bombardeos sobre la ciudad y desplazamientos de miles de personas.
La ofensiva de las FDS sobre la capital de ISIS en Siria comenzó en noviembre bajo la operación Ira del Éufrates, que ya logró expulsar a la organización terrorista de muchas localidades de la zona.
Según anunció la fuerza kurdo-árabe, de la batalla en Raqqa participan bajo el paraguas de las FDS las milicias kurdo-sirias de YPG/ YPJ, el Ejército de Revolucionarios (Jaysh al-Thuwar), Jabhat al-Akrad, las Brigadas Democráticas al-Shamal, las Fuerzas Tribales, las Brigadas Maghawir Humus, Siqur al-Raqqa, Tahrir, la brigada de Turkmenistán de Seljuk, las fuerzas de Sanadid, el Consejo Militar Siríaco, el Consejo Militar de Manbij, el Consejo Militar de Deir ez-Zor, las Fuerzas de Autodefensa, y las Fuerzas de Nuxbe.
Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña impulsan esta ofensiva sobre Raqqa, a la que dieron apoyo militar y financiero. Sin embargo, la iniciativa empeora todavía más las relaciones entre el gobierno de Turquía y la Casa Blanca: Ankara pretendía llevar adelante la toma de la ciudad con el llamado Ejército Libre Sirio y desplazar a los kurdos, a quienes considera sus principales enemigos.
Por el contrario, Rusia no ha invitado a los kurdos a las negociaciones de paz para Siria organizadas en la capital de Kazajistán, ya que ha intentado recomponer sus relaciones con Turquía, hasta hace poco tiempo aliado clave de Estados Unidos.