Cortes de energía agravan la situación humanitaria en Gaza
El relator especial de la ONU sobre la situación de los Territorios Palestinos Ocupados, Michael Lynk, alertó que la situación humanitaria en la Franja de Gaza se deteriora “a niveles sin precedentes” a causa de los cortes de luz que superan aún a los ya graves cortes que se producían hasta ahora.
Lynk dijo que la situación “extremadamente inquietante” empeora con el paso de las horas desde que el domingo último el gobierno israelí y el palestino acordaron reducir el envío de energía eléctrica que Israel provee y cobra a los palestinos de Gaza.
Pidió que “todos los implicados directamente en la crisis deben actuar inmediatamente para resolver este problema, debido a causas humanas y teniendo en cuenta el interés mayor de las población”.
“Hago un llamamiento a todos los implicados para poner de lado las diferencias y cumplir con sus obligaciones políticas y legales”, insistió.
Los “implicados directamente”, como señaló Lynk son los gobiernos de Israel, la Autoridad Palestina y Hamas, agrupación islamista que gobierna en Gaza.
El pasado domingo Israel y el presidente palestino, Mahmud Abás, acordaron recortar en un 40% el pago de la luz, lo que provocó recortes de electricidad de más de 14 horas al día.
La acción, presentada como un intento de Abás de presionar a Hamas con el que está enfrentado desde que el movimiento islamista ganó las elecciones en Gaza en 2007.
“Esta reducción de electricidad sin precedentes está incrementando una situación de miseria ya de por si intolerable para los gazatíes, especialmente para los pobres y los vulnerables”, dijo el representante de la ONU.
En un comunicado señaló que uno de los problemas es la disputa entre Hamas y la Autoridad Palestina sobre el pago del gasto de combustible para alimentar la central generadora que ofrece el 30% de electricidad a Gaza y que está inactiva desde abril.
Esta planta -recordó- fue dañada durante la invasión militar israelí en 2014 que provocó unos tres mil muertos. La generadora no pudo ser reparada completamente a raíz de las restricciones que impone Israel a las importaciones de piezas.
El relato afirmó que “los hospitales están siendo forzados a cancelar algunas operaciones y dependen de la ONU para combustible de emergencia para hacer funcionar sus generadores”.
Agregó que “las aguas residuales se envían directamente sin tratar al Mediterráneo, contaminándolo. Las plantas de desalinización están funcionando a un séptimo de su capacidad, y el agua potable cada vez está menos disponible”.
Link pidió a Israel el levantamiento del bloqueo a Gaza y recordó que la situación de crisis en la Franja es “la receta” para que haya un nuevo conflicto en el futuro cercano.