¿Cuáles son los 14 países que quieren juzgar a Venezuela?
Apenas 14 países de la Organización de Estados Americanos (OEA) se sumaron a los cuestionamientos que hizo el secretario general Luis Almagro sobre la situación de Venezuela.
Los gobiernos de estos países pidieron al presidente Nicolás Maduro que programe un calendario electoral y que libere a los “presos políticos”.
La declaración fue firmada este jueves por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Estados Unidos y Uruguay.
En los pasillos de la OEA se hacen llamar “grupo de los 15” (a este pelotón se suma Belice aunque no suscribió el documento), liderados por México.
El texto injerencista señala: “consideramos urgente que se atienda de manera prioritaria la liberación de presos políticos, se reconozca la legitimidad de las decisiones de la Asamblea Nacional, según la Constitución, y que se establezca un calendario electoral, que incluya las elecciones pospuestas”.
El documento afirma que la suspensión de un país miembro “es el último recurso” y que “antes de esa decisión deben agotarse los esfuerzos diplomáticos en un plazo razonable».
Los países firmantes declaran su “compromiso con la promoción y defensa de la democracia y los derechos humanos”.
Basta repasar los países firmantes para comprender que sus gobiernos carecen de jearquía para cuestionar a la revolución bolivariana en materia de democracia y derechos humanos.
Tras comprometerse a estudiar la propuesta de Almagro sobre la aplicación de la Carta Democrática contra Venezuela, el documento finaliza con una solapada amenaza: “nos mantendremos atentos a los esfuerzos para abordar estos desafíos durante las próximas semanas a fin de considerar los próximos pasos necesarios”.
El nuevo rol de México
El canciller mexicano, Luis Videgaray, habló este jueves en Acapulco sobre Venezuela durante la reunión anual de la Asociación de Bancos de México.
“El tema que le atañe a México y al resto del continente americano es un violación sistemática a los principios de la democracia”, dijo el ministro quien se atribuyó la representatividad “del continente americano”.
En la reunión de banqueros el ministro hizo referencia al documento firmado por 14 países y consideró que “es un hecho que la democracia se encuentra en una situación crítica.
Admitió que el referido documento se escribió motivado por el informe que el 14 de marzo emitió el secretario general de la OEA, Luis Almagro.
Videgaray asumió en Relaciones Exteriores en enero pasado como parte de la “estrategia” mexicana para hacer frente a la llegada de Donald Trump.
A poco de jurar en el cargo admitió que llega al cargo “a aprender” del cuerpo diplomático. En efecto, no tiene antecedentes en la diplomacia ni en la política exterior.
Sus “méritos” para semejante responsabilidad radica en cierta relación personal con el grupo cercano a Trump.
Con su designación en el cargo, el presidente Peña Nieto decidió apostar más a la cercaía servil con Washington que a la acción común de países afectados por Trump.
En sus primeros meses sólo acumula derrotas: Trump suspendió una reunión con el presidente Peña Nieto, ratificó la construcción del muro, humilló a los mexicanos, aceleró el regreso de miles de mexicanos y cambió las reglas comerciales.
El gobierno de Venezuela cuestionó en duros términos esta postura expresada por el ministro del cuestionado presidente mexicano Enrique Peña Nieto (ver aparte).