Declaraciones que sacuden la institucionalidad española
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, dijo que España no goza de una «plena normalidad democrática». Algunos miraron para otro lado y otros piden su destitución.
No fue novedoso -ya lo había señalado en otra oportunidad- pero fue exasperante para el poder establecido (establishment) español.
Iglesias, del partido Unidas Podemos, socio del Partido Socialista en el Gobierno, expuso su idea a partir de palabras del canciller ruso, Serguei Lavrov, quién respondió a las críticas de la Unión Europea (UE) por el caso del opositor Alexey Navalny recordando el encarcelamiento de líderes catalanes.
La diplomacia española salió al cruce de esas palabras afirmando que «en España no hay presos políticos» sino «políticos presos», pero Iglesias retomó el razonamiento del canciller ruso.
El vicepresidente, Pablo Iglesias, afirmó que España vive una situación de «excepcionalidad» y puso como ejemplo el encarcelamiento de líderes catalanes, la huida del rey emérito Juan Carlos a los Emiratos Árabes Unidos (acusado de corrupción) y la inminente entrada en prisión del rapero Pablo Hasel.
«Decir que no hay plena normalidad democrática es decir una obviedad», dijo hoy el líder de la formación de Unidas Podemos en una entrevista con la emisora catalana RAC1.
«Si eso molesta a tantos, pues a lo mejor estamos diciendo la verdad. Porque la verdad siempre ofende mucho. Claro que tenemos una democracia, pero muy mejorable. Y el hecho de que les moleste tanto es la mejor prueba de que es la puñetera verdad», insistió.
Iglesias reforzó su línea argumentativa en redes sociales, donde dijo: «Si Podemos existe es precisamente porque nuestra democracia es muy mejorable».
«Quienes dicen que todo es perfecto y maravilloso difícilmente pueden defender los intereses de toda la gente que necesita que muchas cosas cambien para vivir mejor», señaló.
Como si la consigna fuera matar al cartero, grupos políticos y medios de comunicación conservadores, acompañados por exdirigentes del Partido Socialista, difundieron un manifiesto en el que se exige su «inmediato cese» del cargo, por «socavar la imagen del país».
El manifiesto para pedir su destitución fue publicado por el grupo «La España que reúne» y cuenta con un total de 196 firmantes, entre los que se encuentran los exministros socialistas Joaquín Leguina y Nicolás Redondo Terreros.
El derechista Partido Popular (PP), primera fuerza de la oposición, solicitó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la destitución de Iglesias por este tipo de declaraciones
La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero (PSOE), contradijo en público las palabras de Iglesias, afirmando que «evidentemente» España es una democracia plena.
No obstante, Montero subrayó que las declaraciones de Iglesias «hay que enmarcarlas en la campaña de las elecciones catalanas» y que, en todo caso, «nacen de un deseo por mejorar la calidad democrática» del país.
A ese coro se sumó el expresidente del Gobierno Felipe González, quien ya se mostró crítico con Iglesias y con Unidas Podemos en numerosas ocasiones. «En política, cuando se mete la pata, que todos la metemos, lo mas oportuno es sacarla pronto».
Los diarios conservadores El Mundo y ABC difundieron un manifiesto en el que se exige el «inmediato cese» del vicepresidente segundo del Gobierno.