El tereré entró en la lista de Patrimonio de la Humanidad
En otra lista, del patrimonio cultural para salvaguardar urgente, UNESCO inscribió el barniz de pasto mopa-mopa (Colombia).
El Comité encargado de inscribir el patrimonio cultural inmaterial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) incluyó este jueves en su lista el tereré, una infusión que se bebe fría de Paraguay y con fuerte presencia en regiones de Brasil y Argentina.
El tereré es una bebida ancestral guaraní que se prepara tradicionalmente en una jarra o termo, mezclando agua fría con pohã ñana, una hierba medicinal previamente machacada en un mortero.
Se sirve en un recipiente en el que se ha puesto mate y se absorbe con una bombilla de caña o metálica, resulta muy fresca en esta región de Sudamérica, caracterizada por las altas temperaturas y el clima húmedo.
Esta costumbre ritual sigue una serie de códigos preestablecidos. Los beneficios para la salud del pohã ñana se conocen gracias a que la sabiduría popular paraguaya los ha venido transmitiendo de generación en generación.
La UNESCO afirmó que se trata de una práctica que fomenta la cohesión social y destaca la importancia del legado guaraní. El tereré es la primera práctica de Paraguay que ingresa a la lista del patrimonio cultural inmaterial.
De la misma región, aunque en territorio argentino, es el chamamé, la expresión cultural muy extendida en la provincia argentina de Corrientes que fue declarada el miércoles Patrimonio de la Humanidad.
Entre sus componentes se cuenta una danza que los bailarines hacen abrazados, así como eventos festivos llamados musiqueadas, invitaciones, plegarias y el sapukay, un grito peculiar lanzado con un movimiento del cuerpo que expresa emociones de alegría, tristeza, dolor o valentía.
En un principio, la música y las letras de las canciones del chamamé eran las de cantatas religiosas interpretadas en guaraní, pero actualmente se transmiten en yopará, una mezcla de español y guaraní.
En otra lista, la del patrimonio cultural inmaterial en condición de salvaguardia urgente, la UNESCO inscribió el barniz de pasto mopa-mopa en Putumayo y Nariño, Colombia.
Las técnicas de esta tradición abarcan tres actividades: la recolección de los brotes de mopa-mopa, el torneado y talla de la madera, y el barnizado decorativo.
La recolección exige conocer a fondo el bosque, trepar a los árboles y recolectar los brotes sin dañar el arbolado. Esta tradición implica un factor de identidad para las comunidades y les da la posibilidad de trabajar por cuenta propia.
Sin embargo, corre el peligro de desaparecer debido a los cambios que han acarreado el desarrollo y la globalización; el acceso a los lugares de recolección es difícil y las condiciones de los talleres de los artesanos son precarias.
La noticia en audio (Voz: Salvatrice Sfilio):