Evo y Álvaro volvieron a hacer historia, esta vez en Chimoré
Decenas de miles de personas llegaron desde las primeras horas de este miércoles para recibirlos, un año después.
Decenas de miles de personas a lo largo de una franja infinita llegaron desde las primeras horas de este miércoles para recibir a Evo Morales, el líder indígena, el cocalero, el Presidente derrocado, exactamente a un año de su partida al exilio luego de sufrir un golpe de Estado.
Pueblos originarios, campesinos, obreros, mujeres de pollera, simpatizantes del Movimiento al Socialismo (MAS) celebraron su regreso con el mismo fervor -tal vez superior, incluso- al expresado hace unos días cuando el MAS recuperó el poder y puso fin a la dictadura.
El hecho, histórico por sus características y por lo mucho que sucedió en apenas un año, ocurrió en la localidad de Chimoré, en la provincia de Cochabamba, de donde Evo partió el 11 de noviembre de 2019 con destino a México y luego a la Argentina.
Evo estuvo acompañado por Álvaro García Linera. No estuvieron en la ceremonia el presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca. Morales los excusó y además admitió que las primeras acciones gubernamentales tienen el consenso del líder.
«(Arce) está en pleno proceso de organización de la gestión pública, no es sencillo, conversamos internamente el martes para no equivocarnos en la designación de autoridades», expresó.
En cambio, sí estuvieron en el acto de hoy los presidentes del Senado, Andrónico Rodríguez, y de Diputados, Freddy Mamani, otros dos representantes del indigenismo boliviano que no admite retrocesos en el camino trazado desde 2005.
Chimoré fue el punto final de una extensa caravana que Morales inició el lunes pasado desde Villazón, ciudad del sur de Bolivia en la frontera con Argentina, y luego de la despedida de parte del presidente Alberto Fernández.
En 48 horas recorrió varias ciudades y pueblos, entre ellos su tierra natal, Orinoca, en la ciudad de Oruro, donde fue recibido por un colorido festival de música y bailes típicos y visitó su casa de la infancia, humilde y de adobe.
En Chimoré Evo rindió un homenaje a las víctimas de las masacres que la dictadura realizó en Sacaba (Cochabamba) y Senkata (El Alto), para acallar la resistencia al golpe.
«Aquí, en menos de un año hemos recuperado la democracia. Eso es algo inédito e histórico, algo único del mundo. Acá hubo mucho de la participación de ustedes, compañeros; ustedes, hermanos, son los responsables de ello», dijo.
En su mensaje denunció que el golpe de Estado fue «buscado por Estados Unidos», con el objetivo, entre otros, de controlar los recursos naturales como el litio, una de las riquezas del país.
Arremetió contra el Gobierno estadounidense y dijo que la población boliviana es «víctima del imperio norteamericano» y recordó que el mandatario de ese país, Donald Trump, celebró su salida del gobierno.
«El año pasado lo dijimos desde este aeropuerto, vamos a volver a los millones, y hoy somos millones», enfatizó Morales.
«Ahora tenemos la responsabilidad de restituir la dignidad de soberanía al pueblo boliviano, y con el hermano Lucho y el hermano David garantizaremos esta dignidad, soberanía e independencia para el pueblo boliviano; esta es nuestra batalla», enfatizó.
LA NOTICIA EN AUDIO (Voz: Salvatrice Sfilio)
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