Expectativa y alerta por una conferencia sobre inmigración
Dos de los tres presidentes centroamericanos que forman el llamado “triángulo del norte” del subcontinente -Honduras, Guatemala y El Salvador- viajan este jueves a Miami para mantener un encuentro de dos días con altos funcionarios del gobierno estadounidense. En representación de El Salvador viajan el Vicepresidente y el Canciller.
La reunión está convocada bajo el título “Conferencia para la Prosperidad y Seguridad en Centroamérica” y será presidida por México. Su tema principal serán las políticas migratorias, pero también se discutirá el financiamiento estadounidense destinado a combatir al crimen organizado y para la reducción de la pobreza en los tres países. Habrá además representantes de Belice, Panamá, Nicaragua, la Unión Europea, Colombia, Canadá y España, además del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El temor de Honduras y El Salvador es la eventual suspensión por parte de Estados Unidos del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) que tienen inmigrantes provenientes de estas naciones. A muchos de ellos les vence el año próximo. El TPS fue otorgado por Washington a países que han padecido desastres naturales, como terremotos, tormentas y huracanes. En América Latina esa lista la forman El Salvador, Honduras, Nicaragua y Haití.
El presidente Donald Trump no participará del encuentro, pero la Casa Blanca confirmó la presencia del vicepresidente Mike Pence, del secretario de Estado, Rex Tillerson, y el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly. Estos funcionarios serán los encargados de recibir al presidente hondureño Juan Hernández y a su par guatemalteco Jimmy Morales. El salvadoreño Sánchez Cerén suspendió a último momento su viaje por una gripe y en representación de México estarán el canciller Luis Videgaray y el secretario de Interior, Miguel Osorio.
El presidente hondureño declaró que la posible suspensión del TPS a casi 60 mil hondureños puede desencadenar en una crisis social, debido a que las personas que lo poseen “se han integrado a la sociedad en Estados Unidos, tienen hijos norteamericanos, han creado negocios y pagan impuestos”. En el caso de El Salvador, el TPS beneficia a poco menos de 200 mil personas y el gobierno nacional afirmó que su suspensión no resolverá el conflicto migratorio. “Estados Unidos estaría incubando otro problema”, advirtió el vocero de la presidencia, Eugenio Chicas.
Morales, por su parte, aseguró que el objetivo de su viaje es atraer más inversiones para generar empleo y tratar de disminuir por esa vía la emigración.
También se espera que en el marco de la cumbre en Miami puedan ser anunciados cambios regresivos en las políticas de Estados Unidos hacia Cuba, tras el restablecimiento de las relaciones bilaterales durante la presidencia de Obama.