Ford cancela contrato en México y anuncia nuevas inversiones en Michigan
La automotriz estadounidense anunció hoy que canceló sus planes de construir una nueva planta de fabricación en México, por 1.600 millones de dólares. En vez de ello invertirá 700 millones de dólares en las instalaciones que posee en la planta Flat Rock, en el estado de Michigan.
La decisión de la empresa supone un respaldo al presidente electo, Donald Trump, que durante la campaña amenazó a Ford y otras empresas con cobrar altos impuestos si continuaban cerrando sus plantas en Estados Unidos para radicarlas en México o Asia. En cambio, prometió rebajar tributos a las compañías que decidan permanecer e invertir en el país.
Trump basó su campaña electoral en la economía y el empleo, y buscó ganar en los viejos estados industriales, tradicionalmente demócratas. Lo logró gracias a esa retórica y el descontento generado durante los gobiernos de Obama en una franja de la clase obrera que perdió empleos industriales bien pagos y debió reemplazarlos por otros o permanece desocupada.
Mark Fields, director ejecutivo de Ford Motor aseguró públicamente que la inversión prevista generará 700 nuevos puestos de trabajo y aumentará la producción de automóviles en Michigan.
Fields agregó que el movimiento es un “voto de confianza” a la promesa de Trump de crear un entorno favorable a las empresas estadounidenses, aunque aseguró que no se negoció ningún trato especial con el futuro presidente de Estados Unidos.
Por otro lado, Trump volvió a apuntar hoy contra otra automotriz, General Motors, a la que amenazó con imponer un “impuesto fronterizo grande” a los modelos cuya fabricación traslade a México. La compañía había anunciado en junio de 2016 que construiría el modelo Chevrolet Cruze en ese país y lo vendería en Estados Unidos.
Los contribuyentes estadounidenses perdieron 11 mil 300 millones de dólares en el rescate federal de General Motors tras la crisis financiera de 2009.
Con información de Prensa Latina