Francia: muchos indecisos a una semana de las elecciones
El domingo 23 de abril se realizará la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia. Los sondeos coinciden en que de los nueve candidatos cuatro tienen chances reales de pasar a la segunda ronda entre los dos más votados prevista para el 7 de mayo. Coinciden también en que la tercera parte del electorado está indeciso sobre su voto.
Según una encuesta del instituto Odoxa publicada este viernes por la emisora Franceinfo, el 32% de los habilitados para votar no se ha decidido aún por un candidato. Lo habitual a una semana de la elección es en promedio 25%.
Otro sondeo, de Ipsos-Sopra Steria difundido por el diario Le Monde, señala que sólo el 66% de los franceses tiene intención de ir a votar en la primera vuelta. Esta medición señala que el liberal Emmanuel Macron y a la derechista Marine Le Pen tienen cada uno 22% de intención de voto, 2 puntos menos que una semana atrás.
Los mismos trabajos ubican al candidato de izquierda Jean-Luc Mélenchon con 20% de intención de voto y le destacan una importante recuperación. El conservador Francois Fillon muestra 19% de adhesiones.
En promedio, los diez principales institutos de opinión sitúan a Le Pen y Macron por debajo del 23% de intención de voto, mientras que Fillon y Mélenchon logran 19,5% y 18,1% respectivamente.
Tradicionales en probelmas
La campaña está signada por una fuerte dispersión de votos y un marcado cuestionamiento a los partidos tradicionales. El Partido Socialista del presidente Francois Holland, muy lejos en las preferencias, es un ejemplo de ello.
El candidato oficialista, Benoît Hamon, alcanza 8% en la intención de voto. Su rival a vencer en esta etapa para mejorar sus chances es el candidato de izquierda Mélenchon.
Hamon, quien dice representar un socialismo que “nunca ha sido tan necesario”, no logra convencer a los electores y su rival izquierdista se posiciona en el grupo de los cuatro con chances de disputar la segunda vuelta.
El postulante del Partido Socialista afirmó que Francia “está al borde de un ataque de nervios” porque “los electores están desorientados, con comportamientos que nunca han sido tan erráticos”.
El otro partido tradicional, el conservador de Fillon, se mantiene en carrera pero no logra mejorar su presencia en el electorado. Fillon fue uno de los cuestionados por corrupción o al menos falta de ética al emplear a sus hijos como asesores.
La campaña del candidato conservador estuvo marcada desde finales de enero por haber generado empleos supuestamente falsos a su mujer y dos de sus hijos, cargos por los que está imputado.
También está en problemas la ultraderechista Marine Le Pen, del Frente Nacional (FN). En los últimos días la Justicia francesa pidió que se levante su inmunidad como parlamentaria europea para interrogarla sobre presuntos empleos ficticios.
La inmunidad le permitió a Le Pen evitar las convocatorias policiales y judiciales sobre el pago con fondos del Parlamento Europeo a asesores que presuntamente trabajaban para el FN. La candidata ya fue sancionada en la Eurocámara y se le embargó su sueldo.
A una semana de la elección, los franceses baten récords de indecisos y, además, nunca antes a esta altura cuatro candidatos tenían serias chances de disputar la segunda vuelta entre los dos más votados.