Graves sabotajes contra los servicios públicos venezolanos
Roxana Martínez, desde Caracas – América XXI
Durante los últimos meses se han incrementado los ataques al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) y otros servicios públicos de Venezuela. Todos los estados del país han sido víctimas de la destrucción y hurto de materiales estratégicos que han afectado, entre otros, los servicios de energía eléctrica, telecomunicaciones y agua.
Desde mediados de octubre las autoridades han denunciado diversos actos criminales que han atentado y afectado directamente a la población. Destaca el sabotaje al Sistema de Bombeo TUY III, que suministra el 60% de agua a Caracas y los Altos Mirandinos.
De acuerdo a información aportada por el Ministro del Poder Popular para la Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, a través de su cuenta en Twitter, el SEN habría sido objeto de ocho actos de sabotaje en los estados Apure, Bolívar, Distrito Capital, Falcón, Lara, Nueva Esparta, Sucre y Vargas en tan solo 96 horas.
Los actos terroristas en estos estados dejaron tres muertos, dos heridos, seis detenidos, cinco torres de energía eléctrica derribadas y una gran pérdida financiera a la nación, informó el Ministro. De esta manera, la suma de fallecidos durante la consumación de estos actos vandálicos se elevó a 43, todas acaecidas en lo que va de 2017.
Fueron derribadas cinco torres de energía en el estado Bolívar, a unos 15 kilómetros de Ciudad Guayana, en la Zona Industrial. Los daños afectaron a la población y a la industria en toda la zona, incidiendo directamente en la parte financiera.
En trabajo conjunto con los diferentes cuerpos de seguridad del Estado, se ha logrado la detención de ciudadanos dedicados al hurto, así como la incautación del material estratégico. Junto a los transmisores, el cobre es uno de los materiales más cotizados en el mercado, el cual es extraído principalmente de los cables de alta tensión hurtados. En muchos casos, los materiales son extraídos por la frontera con Colombia, para su comercialización en el vecino país.
El incremento de estos actos vandálicos a centros de transmisiones eléctricas y de telecomunicaciones en los estados fronterizos, industriales, portuarios y productivos del país no es casual.
Las investigaciones han determinado que los delincuentes suelen aflojar los tornillos de las bases de las torres para que éstas caigan al suelo. Tan solo en Falcón, Aragua y Vargas han sido detenidos en la última semana 28 ciudadanos por sabotaje contra el SEN. En este último estado, ubicado al norte del país, las detenciones se dieron por tráfico de material estratégico que iba rumbo a Colombia.
En lo que respecta al sabotaje a las estaciones de bombeo, aunado al del Sistema de Bombeo TUY III, destacan los ataques a las estaciones de bombeo de agua en Cúa, Estado Miranda y Pao-La Balsa, ubicada en el estado Cojedes. Esta última sufrió un incendio en la madrugada de este lunes que afectó el suministro a los estados Aragua y Carabobo, en el centro del país. El caso está siendo investigado y se puso en marcha un plan de contingencia para el restablecimiento del servicio de agua potable.
Asimismo, fue frustrado un intento de sabotaje a la estación de Bombeo Pao-Cachinche en Carabobo, gracias a la rápida acción de los efectivos de seguridad.
Otros ataques se han suscitado en la subestación El Tablazo y la línea Cuatricentenaria a Nueva Lucha, ambas en el estado Zulia. La primera dejó sin energía durante un par de horas a la región zuliana, al dispararse la línea 400 del Tablazo-Yaracuy, sumamente importante, que provee energía a la Costa Oriental y Occidental del estado Zulia, además de estar conectada a la refinería y a la ciudad de Coro, estado Falcón. Aragua, Carabobo y Miranda no escapan de los actos de sabotaje.
Motta Domínguez ha alertado sobre un plan de sabotaje a gran escala para desestabilizar la celebración de las elecciones municipales y las fiestas en diciembre. Las fuerzas de extrema derecha promovieron la no participación en estas elecciones y como en tantas otras veces se teme que promuevan acciones de desestabilización para generar malestar e incitar al odio.
Los objetivos del sabotaje son claros: ocasionar graves daños financieros, generar malestar social e incomunicar al país. El Gobierno se prepara para un posible incremento de estos actos previo a las elecciones del 10 de diciembre.