Historia de odio detrás de los retratos del Palacio Legislativo
El 6 de enero de 2016 el diputado Henry Ramos Allup, en nombre de la mayoría parlamentaria de derecha, ordenó sacar los cuadros del Libertador Simón Bolívar y del líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, del Palacio Federal Legislativo, en Caracas.
Fue un día después de instalarse la Asamblea Nacional (AN) con mayoría de diputados de la oposición. Ramos Allup, entonces Presidente del Parlamento, se hizo grabar para luego difundir el gesto antichavista a través de las redes sociales.
Esos videos mostraban cómo, con tono ofensivo y de burla, Allup daba la orden de sacar los retratos de Chávez y el Libertador de los espacios del recinto y mandó que este video se difundiera en las redes sociales. El resto de la bancada opositora apoyó esta acción.
«Llévense eso a Miraflores (Palacio de Gobierno) o se lo dan al aseo», dijo Ramos Allup. Los trabajadores del Parlamento sacaron los retratos que luego serían rescatados por militantes chavistas en las afueras del Palacio.
Este viernes 4 de agosto los cuadros fueron restituídos al Palacio Federal Legislativo en coincidencia con la instalación de la Asamblea Nacional Constituyene. Los reresentantes electos para dictar la nueva Constitución entraron al Palacio Federal con los retratos en sus manos.
El denominado espacio del Capitolio del Palacio Federal Legislativo atesora obras artísticas y documentos históricos como el Acta de Declaración de la Independencia, firmada el 5 de julio de 1811, y el libro de debate del primer Congreso del país.
La acción de Ramos Allup de aquel 6 de enero de 2016, con el aval de los demás legisladores opositores, fue el más claro ejemplo de lo que vendría: la utilización de la Asamblea Nacional como trinchera de guerra golpista antes que como foro del debate de ideas.