Impugnan al nuevo Gobernador de Puerto Rico
El jefe del Senado argumenta que Pedro Pierluisi (foto) juró en el cargo cuando aún quedaba pendiente el trámite del Senado.
El presidente del Senado de Puerto Rico, Thomas Rivera, presentó una demanda para anular la juramentación que hizo el pasado viernes Pedro Pierluisi como nuevo gobernador de la isla en reemplazo de Ricardo Roselló, quien renunció por la presión popular.
El jefe del Senado argumenta que la elección de Pierluisi el viernes se produjo «parcialmente» ya que quedaba aún el trámite del Senado.
Pierluisi compareció ante una audiencia en la Asamblea Legislativa el jueves 1 de agosto y la Cámara de Representantes lo confirmó el viernes, pero esta observación del Senado deja poco clara la legitimidad.
En la demanda presentada en la noche del domingo, Rivera señala que actualmente Puerto Rico «vive una situación sin precedentes» en referencia a la histórica movilización popular que expulsó a Roselló del Gobierno.
La presentación indica que «el Senado no ha finalizado su responsabilidad constitucional de consejo y consentimiento para dicho nombramiento no puede seguir ostentando el cargo de gobernador al que juramentó».
En el mismo sentido, Rivera advirtió que «cualquier decisión que haya tomado en tales funciones desde dicha juramentación es igualmente nula».
El detonante de su renuncia que su participación en un chat privado ofensivo y discriminatorio que provocó una ola de protestas en medio de un contexto de descreimiento general y agravamiento de la crisis con ajuste.
Pierluisi era el secretario de Estado durante el Gobierno de Roselló y por lo tanto es el primero en la línea de sucesión en caso de no haber gobernador y a él le sigue el secretario de Justicia.
Pierluisi afirmó que «no procede una confirmación del gobernador» por parte del Senado. «Lo que hubiera procedido era una confirmación del secretario de Estado (cargo que ocupaba anteriormente)», pero no como gobernador.
El mismo viernes también la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, anunció que iba a recurrir ante los tribunales la jura de Pierluisi como gobernador.
El viernes, al asumir, el flamante gobernador anunció que para disipar dudas en las interpretaciones de las normas iba «a dar la oportunidad el Senado de ratificar o no» su «incumbencia».
«Si no se ratifica mi incumbencia, la secretaria de Justicia, Wanda Vázquez, segunda en la sucesión está en disposición de asumir el cargo», advirtió.
Pierluisi tiene una tradición política importante en Puerto Rico, adhiere -como Roselló- a la idea de que la isla sea un estado más de los Estados Unidos y se jacta de sus contactos con Washington.
Pero es cuestionado por haber trabajado para O’Neill & Borges, un bufete jurídico que ofrece consultoría jurídica externa a la Junta Federal de Supervisión designada para vigilar las finanzas del quebrado estado de Puerto Rico.
Pierluisi pidió licencia el martes, pero esa relación comercial y jurídica es rechazada por varios senadores, con el agravante de que la Junta es impopular y es liderada por el cuñado de Pierluisi, José Carrión.