Laboristas británicos celebran el avance en las elecciones
Jeremy Corbin, el dirigente del Partido Laborista cuestionado incluso por los sectores más conservadores de su propia agrupación, se consolidó como uno de los dirigentes con mayor proyección política tras las elecciones generales de este jueves.
Las bases y los sindicatos británicos son el soporte del avance laborista que dejó mal parados a los sectores tradicionales del partido.
Los sindicatos británicos aprovecharon el impulso y pidieron al nuevo Gobierno del Reino Unido debe mejores condiciones a los trabajadores.
El retroceso de los conservadores significa que los británicos piden un cambio de rumbo a favor de la clase trabajadora, dijo la secretaria general de la confederación sindical TUC, Frances O’Grady,
Interpretó que “el nuevo Ejecutivo debe negociar un acuerdo de salida de la Unión Europea (brexit) que dé prioridad al empleo, los sueldos y los derechos laborales».
Otro sindicato, Unison, consideró en palabras de su secretario general Dave Prentis, que Corbyn «ha inspirado a millones de personas a votar por primera vez y ha revitalizado al Partido Laborista».
El secretario general del sindicato Unite, Len McCluskey, consideró que la elección muestra que «los británicos no quieren una política construida sobre el miedo y la desesperación».
El Partido Laborista consiguió 261 diputados en los comicios de este jueves, 29 más que en 2015, mientras que el Partido Conservador, actualmente en el Gobierno, perdió 12 escaños y quedó con 318.
Entre las promesas de campaña de Jeremy Corbyn propuso nacionalizar el transporte y el sector energético y suprimir las tasas universitarias.