“Más lucha contra el fraude fiscal”, bandera de los acusados de evadir
Decenas de acusados de evasión fiscal en el mundo tratan por estas horas de explicar en sus países las razones de por qué están en listas de personalidades que tienen miles de millones de dólares en paraísos.
Muchos de ellos, o gobiernos a los que pertenecen, pidieron más herramientas para evitar la elusión fiscal tras la divulgación de los llamados «papeles del paraíso», tras una investigación periodística internacional.
Allí aparecieron nombres como los de las reinas Isabel II de Inglaterra y Noor de Jordania; el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos; el ministro de Hacienda de Argentina, Luis Caputo, el jefe de la cartera de Hacienda de Brasil, Henrique Meirelles, y el financista argentino Ignacio Rosner. También un asesor del primer ministro canadiense, Justin Trudeau o el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross.
Santos y Wilbur Ross, por caso, defendieron su inocencia tras la publicación de sus nombres en la investigación desarrollada por un centenar de medios bajo el paraguas del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).
La investigación revela que hasta 2001, Santos, que por entonces era ministro de Hacienda del presidente Andrés Pastrana, integró el directorio de dos compañías radicadas en Barbados que, a la vez, son accionistas mayoritarias de Global Education Group Colombia, una firma que financia gastos educativos de colombianos en el exterior.
El Presidente colombiano hizo pública este lunes su declaración de renta de 2016 que registra un patrimonio bruto de unos 2,1 millones de dólares y que intenta demostrar –afirmó- que su cargo como director de dos sociedades «offshore» (extraterritoriales) afincadas en Barbados, entre 1998 y 2000, no fue remunerado.
El secretario de Comercio de Estados Unidos, Ross, dijo que las autoridades competentes en su país sabían de sus “inversiones” y reafirmó que no piensa en renunciar porque no hay «nada malo» en colocar dinero en territorios que no preguntan el origen verdadero del dinero que “custodian”.
Según la investigación divulgada mundialmente este domingo, Ross es accionista de la compañía naviera rusa Navigator, que tiene vínculos comerciales con la gasífera Sibur, uno de cuyos propietarios es Kirill Shamalov, yerno del presidente de Rusia, Vladimir Putin.
La revelación se da en momentos en que el fiscal especial estadounidense Robert Mueller investiga posibles contactos entre el gobierno de su país y Rusia durante la campaña presidencial y la posible injerencia rusa en los comicios para apoyar la victoria electoral de Trump.
Alcance global
Gobiernos de países afectados por la difusión global de este domingo como Pakistán, España, Alemania, México, India o Canadá, se comprometieron con la investigación de posibles casos de evasión fiscal en sus territorios.
Funcionarios de diversos órganos de la Unión Europea (UE) dijeron que esta divulgación de maniobras tan graves eran una “buena oportunidad” para implementar nuevas medidas.
El comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, consideró que el tema es una «buena» y «mala» noticia: por un lado «escandaliza» y por otro «ayuda a tomar conciencia» de la necesidad de avanzar «sin pausa» en la lucha contra el fraude.
Este tipo de reacciones recordó las sucedidas a partir de 2008 cuando estalló el sistema financiero mundial. Los países del mundo desarrollado lejos de trabajar para erradicar un sistema desbordado lo financiaron con miles de millones de dólares y euros para sostenerlo en pie.
En los “paraísos” también aparecieron personalidades por fuera de la política pero más famosos mundialmente, como el piloto británico de Fórmula 1 Lewis Hamilton; el líder de la banda irlandesa U2, Bono; la cantante estadounidense Madonna; el cofundador de Microsoft y hoy propietario de los Portland Trail Blazers, Paul Allen; los magnates norteamericanos Sheldon Adelson o George Soros, entre otros.
En el caso de la reina Isabel, los documentos revelan que hace 12 años invirtió 10 millones de libras (unos 13 millones de dólares) en fondos en las islas Caimán y Bermudas a través del ducado de Lancaster, que financia los gastos personales de varios miembros de la familia real.
En el caso del ministro argentino Caputo, antes de ingresar a la función pública en el gobierno del presidente Mauricio Macri, administró Noctua Partners, una gerenciadora de fondos de inversión en Miami.
Según el diario argentino La Nación, cuatro de cuyos periodistas integraron el equipo de la ICIJ que realizó la investigación, esa firma de Miami tiene ramificaciones en Delaware y las islas Caimán, dos jurisdicciones en las que rigen el secreto y las ventajas fiscales.
Noctua –agrega la información- estaba vinculada con Axis, una sociedad gerente de fondos de inversión radicada en la Argentina. Caputo defendió su inocencia: “no hay ningún conflicto de interés, hoy no tengo nada que ver ni con Axis ni con Noctua; la primera vez que traté con fondos buitres fue como funcionario, ningún fondo que haya litigado contra la Argentina estuvo vinculado a Noctua, no lo creo; si fuera así, me trago este teléfono», dijo.
Por su parte, el ministro brasileño Meirelles creó una fundación «para fines benéficos» en Bermudas a fines de 2002, por lo que, según él mismo explicó, no obtiene utilidades y no tiene la obligación de declarar esa actividad.