“No soy un revolucionario, sólo un despertador de conciencia”
El ex presidente brasileño, Lula da Silva, comenzó este jueves su gira en caravana por los nueve estados de la región Nordeste del país y este viernes recibe un homenaje en la Universidad Federal del Recôncavo da Bahia (Ufrb), en la ciudad de Cruz das Almas.
Su primer parada fue Salvador de Bahía, capital estadual y una de las principales ciudades del país. Allí Lula llamó a comenzar a organizarse de inmediato para las elecciones del año próximo y aseguró que a pesar de tener 71 años posee una “voluntad de luchar como si tuviera 30”.
El objetivo de la gira del ex presidente brasileño es entrar en contacto con la población donde concentra los mayores índices de apoyo popular y combatir la campaña mediática en su contra. “No es posible que este pueblo se informe por la Red Globo de Televisión”, repudió al mencionar al principal oligopolio de medios de comunicación del país.
Durante 18 días, Lula recorrerá en distintos medios de transporte -por tierra, mar y aire- 28 ciudades brasileñas de los estados Bahía, Alagoas, Ceará, Maranhão, Paraíba, Piauí, Rio Grande do Norte, Sergipe y Pernambuco, su estado natal.
El mes pasado, el ex mandatario fue condenado por el juez Sergio Moro a nueve años y seis meses de prisión en suspenso por un supuesto soborno y está procesado en otras cinco causas que investiga la operación Lava Jato. Por eso su primer acto en Salvador fue el lanzamiento del libro “Comentarios de una sentencia anunciada: el juicio a Lula”, junto a abogados y juristas, donde se denuncia una persecución política en su contra.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) es el principal favorito para la primera vuelta en las próximas elecciones y tendría chances de volver a la presidencia en un balotaje, aunque también concentra un importante rechazo en algunos sectores de la población. Sin embargo, si la condena que recibió es ratificada en segunda instancia judicial quedará inhabilitado para ser candidato presidencial e irá a prisión.
“La idea de libertad, democracia y participación social es muy fuerte en Brasil. Acabando con Lula no acaban con eso”, aseguró el ex presidente ayer al inicio de su extenso recorrido, luego de asegurar que ya demostró su inocencia en la justicia.
Ya lanzado en campaña, concluyó: “Soy capaz de unificar al pueblo brasileño”. En su discurso resaltó que los trabajadores de todos los sectores de la economía tuvieron aumentos del salario mínimo durante su gestión y la de Dilma Rousseff y que además “no hay ningún empresario que no haya ganado dinero” durante su gobierno. «No soy ningún revolucionario, sólo un despertador de conciencia», afirmó.