Nuevo atentado terrorista de los talibanes en Afganistán
Un nuevo ataque suicida contra la población civil volvió a sembrar el terror en la capital afgana. Este lunes, en un barrio residencial de mayoría chiita en Kabul, un coche bomba se estrelló contra un autobús que transportaba a empleados del Ministerio de Minas, con un saldo de al menos 35 muertes y 42 heridos.
El atentado fue reivindicado por los talibanes, que tenían por objetivo la residencia del líder de la comunidad chiita hazara, el parlamentario Mohamed Moqaqeq. Desde hace un año esta comunidad sufre ataques terroristas también por parte del grupo yihadista Daesh (ISIS).
Los talibanes anunciaron que el autobús embestido “transportaba a miembros del NDS (servicios de inteligencia)”, aunque entre las víctimas habría estudiantes universitarios y también guardias de seguridad de la residencia de Moqaqeq. Su vocero afirmó que el objetivo era la vivienda del dirigente político, pero el coche estalló “frente al primer punto de control, dejando muertos y heridos entre los guardias y los civiles”.
La comunidad hazara es una minoría chiita formada por alrededor de 3 millones de personas y es considerada una de las más liberales de Afganistán, en particular en relación con las mujeres. El 23 de julio de 2016 una manifestación hazara había sufrido un ataque terrorista de ISIS que dejó 84 muertos y más de 300 heridos. Desde entonces se han multiplicado los atentados contra esta población.