Figuera es la cuarta víctima mortal por crímenes de odio
En horas de la madrugada de este domingo murió Orlando Figuera, joven venezolano que fue linchado y quemado vivo por escuadras violentas de sectores radicales de la oposición, por el hecho de parecer revolucionario o simpatizante del Gobierno nacional, cuando transitaba cerca de un foco de violencia generado en la urbanización Altamira, del este de Caracas, el pasado 20 de mayo.
Este asesinato es el cuarto crimen de odio que ha cobrado la vida de un venezolano en los últimos dos meses, desde que inició la jornada ininterrumpida de violencia de calle, con el uso de escuadras violentas entrenadas -como la linchó a Figuera- para propiciar una sedición armada contra el Estado venezolano. Estas acciones son impulsadas por sectores radicales de la oposición, que han tomado la vocería de la autodenominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Tres terribles crímenes de odio preceden la muerte de Figuera. Como fue el caso de Almelina Carrillo, golpeada con una botella en la cabeza el 19 de abril, objeto que fue arrojado desde un edificio en La Candelaria, Caracas, cuando transitaba cerca de una movilización revolucionaria.
Otros dos casos son; el de Pedro Josué Carrillo, joven revolucionario secuestrado y asesinado en Barquisimeto, estado Lara, y el caso del linchamiento y asesinato con arma de fuego del militar retirado Danny Subero, también cuando transitaba cerca de una manifestación violenta de grupos de oposición en Cabudare, Lara.
Dos días antes del linchamiento de Figuera, el 18 de mayo, otro joven, Carlos Ramírez, fue también cruelmente golpeado e incendiado con una ‘bomba molotov’ por estos grupos violentos de extrema derecha, cuando se desplazaba por Altamira, epicentro de las manifestaciones violentas en Caracas.
Los crímenes de odio ocurren cuando una persona ataca a otra por pertenecer a un determinado grupo social, ya sea por su condición sexual, religión, identidad de género, nivel socieconómico, nacionalidad, ideología o discapacidad.
Frente al injusto crimen del que fue víctima su hijo, la madre de Orlando Figuera, Inés Esparragoza, indicó que los dirigentes políticos que justifican, o mediante su silencio complaciente permiten estas acciones brutales dentro de los grupos que dirigen, deben ser tratados como responsables de estos hechos.
«Se metió (Figuera) con una camisa roja por las adyacencias de Chacao y Altamira, y ahí fue que lo agarraron. ¿Por qué Julio Borges y Enrique Capriles lo permiten? ¿A quién voy a culpar? Ellos fueron los que le echaron gasolina a mi hijo como un animal, esos muchachos que están en esa guarimba. ¿Quién va a responder por mi hijo?», expresó, en entrevista publicada por el ministro para la Comunicación e Información, Ernesto Villegas, realizada en el Hospital Domingo Luciani, donde Figuera se encontraba recluido.
(Agencia Venezolana de Noticias)