Pandemia, ajustes y protestas contra el Gobierno en Ecuador
Cientos de personas protestaron en Quito contra la reforma laboral de Lenin Moreno, frente al desastre del COVID-19.
En medio de uno de los peores brotes de coronavirus de América Latina, las principales centrales sindicales de Ecuador realizaron la primera protesta de la cuarentena contra el ajuste y la flexibilización de derechos del presidente Lenín Moreno.
Pese a las restricciones en las movilizaciones, cientos de personas protestaron este lunes en Quito contra de la ley que el Congreso aprobó el viernes pasado y que propone un paquete de flexibilización laboral con la particular excusa de la pandemia.
Con el argumento de que la pandemia genera graves consecuencias en las empresas, la medida del congreso propone recorte de salarios y de jornadas de trabajo, contratos de emergencia de hasta 4 años y vacaciones definidas por el empleador.
La protesta restringida estuvo convocada por el Frente Unitario de Trabajadores, la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas Unitarias de Trabajadores y la Unión General de Trabajadores del Ecuador.
La ley establece que el trabajador y el empleador podrán llegar a un acuerdo para reducir el salario, e incluso agrega que si el empresario logra un acuerdo con la mayoría de los empleados, puede aplicarlo a la totalidad de los trabajadores.
Para poder hacerlo, el empleador debe mostrar sus finanzas y demostrar «la necesidad». Asimismo, durante «el acuerdo», no se podrá repartir ganancias entre los accionistas de la empresa.
En caso de no llegar a un acuerdo, la ley aclara que «el empleador puede liquidar al trabajador».
Además, la nueva norma habilita a reducir hasta la mitad de la jornada laboral en situaciones de «fuerza mayor» y pone como límite que el trabajador no puede recibir un sueldo menor al 55% de su salario anterior.
Otro cambio es que el empleador podrá decidir las fechas de las vacaciones de sus empleados o notificarles que las inasistencias que registré serán compensadas como vacaciones.
La otra gran modificación es la creación de un «contrato de trabajo especial emergente».
La norma crea un tipo de contrato laboral por tiempo definido que puede durar hasta dos años y ser renovado por el mismo período de tiempo una sola vez. Una vez que termina, el trabajador deja de estar empleado, sin causa o razón y no percibe ninguna indemnización.
La ley establece que este tipo de contratos solo podrá ser utilizado en «situaciones emergentes o para nuevas inversiones o líneas de negocio, productos o servicios, ampliaciones o extensiones del negocio”.
El viernes pasado, el congreso también aprobó una Ley de Finanzas, que por recomendación del Fondo Monetario Internacional, le pone límites al gasto público, por ejemplo, en áreas como la Salud y la Educación.