Represión policial no empaña la memoria en Chile
Miles volvieron a marchar por Santiago en recuerdo de las víctimas del golpe de Estado de 1973 contra Salvador Allende.
Miles de chilenos volvieron a marchar por las calles de Santiago en recuerdo de las víctimas del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 contra el presidente Salvador Allende liderado por Augusto Pinochet con apoyo de Estados Unidos.
El acto terminó con incidentes cuando la columna de manifestantes llegó al Cementerio General y fue reprimida por las Fuerzas Especiales de Carabineros que, como es habitual, no logra discernir entre encapuchados violentos y manifestantes pacíficos a cara descubierta.
La marcha llegó hasta el Cementerio General de Santiago, que recuerda a más de 3.000 muertos y desaparecidos, tres días antes de que se cumplan 46 años del golpe que el 11 de septiembre de 1973 derrocó a Salvador Allende.
El acto, convocado por organizaciones sociales y de derechos humanos y el Partido Comunista bajo el lema «Por Verdad y Justicia», se lleva a cabo cada año el fin de semana previo a la conmemoración del derrocamiento del presidente socialista.
La marcha transcurrió con normalidad, muchos de los asistentes portaban fotos con los rostros de los cientos de detenidos desaparecidos que dejó la dictadura de Pinochet entre 1973 y 1990.
La marcha arrancó desde la plaza Los Héroes, en el centro de Santiago, y avanzó de manera pacífica por varias calles del centro de Santiago rumbo al cementerio mientras los manifestantes portaban claveles rojos y fotografías de sus familiares ejecutados o desaparecidos.
Las manifestaciones de este tipo, cada año, son también una tribuna de reclamo por la aparición con vida de los mas de mil desaparecidos y de pedido de justicia por las víctimas.
De las casi 1.200 personas que permanecen desaparecidas en Chile, solo un poco más de un centenar han logrado ser ubicadas.
Con el paso de los años y las pocas investigaciones poco incentivadas desde el Estado, se sabe que muchos desaparecidos y desaparecidas fueron lanzados al mar o sus cuerpos dinamitados.
La diputada del Partido Comunista Carmen Hertz anunció este sábado que, luego de 46 años, le fueron devueltos algunos restos de su esposo, detenido y fusilado.
«Hoy nos devolvieron nuevos restos de nuestro esposo y padre Carlos Berger, asesinado por la Caravana de la Muerte», señaló Hetz, una reconocida activista de Derechos Humanos, en su cuenta de Twitter.
«El desierto nos entregó trozos de su espalda y su mandíbula, una vida masacrada, mientras sus asesinados llevan décadas de impunidad y campea el negacionismo”, escribió.
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