Rusia pide investigar el origen de las armas químicas en Siria
Rusia pidió a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) que investigue la base aérea siria de Al Shayrat, señalada por Estados Unidos como punto de origen de los aviones sirios que, según Washington, bombardearon con gas sarín la localidad de Jan Shijún.
El pedido de Moscú se produjo este viernes después de la difusión pública del informe de la OPAQ que confirma el uso de gas sarín en Jan Shijún el pasado 4 de abril, aunque sin determinar a los responsables del ataque.
Un comunicado difundido por el Ministerio de Exteriores ruso señala: «confiamos en que los expertos (de la OPAQ) visiten tanto el lugar del ataque como la base siria de Al Shayrat, tantas veces relacionada sin pruebas con ese ataque químico y que sigue quitándole el sueño a Washington».
La posición rusa es también una respuesta a Estados Unidos que esta semana denunció también sin pruebas que el gobierno del presidente Bachar al Asad prepara otro ataque con armas químicas en esa misma base aérea.
La estación aérea de Al Shayrat fue bombardeada por orden del presidente estadounidense, Donald Trump, apenas unas horas después de que se produjera el ataque con armas químicas. Desde abril hasta hoy nadie ha podido probar el origen de esos productos.
Rusia también criticó el informe publicado por la OPAQ y cuestionó que sus conclusiones se basan en «testimonios de la oposición y de la dudosa ONG de los ‘Cascos Blancos’, recogidos además no en el lugar de los hechos, sino en un país vecino».
Implícitamente, Moscú se refiere a Turquía, lugar donde está establecida una de las bases de la ONG Cascos Blancos, financiada por los propios países hacedores de la guerra en Siria, como Estados Unidos, Turquía, Canadá y Australia, entre otros.
Las tareas humanitarias de esta ONG, dedicada a asistir a víctimas de la guerra, son utilizadas como propaganda por estos países, como quedó de manifiesto en un documental «Cascos Blancos», ganador de un Oscar, que relaciona las victimas civiles en Siria con los bombardeos rusos.
«No es de extrañar el carácter tendencioso del informe, que hace pensar que se trata de un encargo político. Quisiéramos que nuestros colegas demuestren profesionalidad e imparcialidad política para revelar a los auténticos culpables de ese crimen», señala el Ministerio de Exteriores de Rusia.