Los cancilleres de Rusia, Siria e Irán coincidieron en calificar como “acto de agresión” el ataque estadounidense contra una base aérea siria del pasado 7 de abril.

Tras reunirse en Moscú, los tres ministros pidieron a Washington a que no incurra en acciones que puedan tener “graves consecuencias”.

El canciller ruso, Serguei Lavrov, señaló que los tres gobiernos “confirmamos nuestras posturas y somos unánimes en que el ataque fue un acto de agresión, que violó gravemente el derecho internacional y la Carta de Naciones Unidas”.

Del encuentro en la capital rusa participaron pares iraní, Mohamed Yavad Zarif, y sirio, Walid al Mualem.

Lavrov señaló que Rusia, Irán y Siria piden a Estados Unidos y sus aliados respeten la soberanía siria y reiteró que sus acciones “pueden tener graves consecuencias para la seguridad no solo regional, sino también global”.

“Esta acción agresiva apunta, por lo visto, a dinamitar el proceso de paz y a hallar pretextos para cambiar el gobierno (sirio). Estos intentos no tendrán éxito”, alertó Lavrov.

También reafirmó que los tres países insisten en que “se lleve a cabo una investigación exhaustiva, objetiva e imparcial sobre las circunstancias del empleo de productos químicos en Khan Shaykhun el 4 de abril”.

También denunció que la propuesta para que la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (Opaq) realice una investigación «equilibrada» «choca con oposición» dentro del propio organismo.

Insistió en que «cada vez hay más testimonios de que fue un montaje, me refiero al incidente del empleo de armas químicas en la provincia de Idleb».