Rusia podrá usar la base naval siria de Tartus por los próximos 49 años
Siria y Rusia firmaron un convenio mediante el cual el país árabe autoriza a Moscú el uso del puerto de Tartus, en el mar de Mediterráneo, como base naval durante los próximos 49 años. La base podrá albergar simultáneamente hasta once buques, incluidos de propulsión atómica. Rusia tendrá la soberanía sobre el territorio del puerto y está autorizada a dragar la costa para aumentar la capacidad de los barcos que pueda recibir.
El acuerdo fue anunciado este viernes en la capital rusa a través de un comunicado que explica que el objetivo es «reforzar el potencial defensivo de Rusia y Siria» y que «responde al objetivo de apoyar la paz y la estabilidad en la región, tiene un carácter defensivo y no va dirigido contra ningún país».
El convenio establece 49 años y una prórroga automática dentro de 25 en caso de que ambas partes estén de acuerdo. También estipula que la defensa del territorio de Tartus corresponderá al Ejército ruso y que Moscú enviará especialistas para el mantenimiento y la modernización de la flota siria.
En octubre del año pasado el viceministro ruso de Defensa, Nikolaï Pankov, había adelantado que la Marina de su país va a transformar sus instalaciones en Tartus para convertirla en “base naval rusa permanente”. Anticipó entonces que se estaban “preparando los documentos necesarios”.
El Kremlin ordenó durante 2016 el despliegue de baterías de misiles para defensa antiaérea S-300 y S-400 para completar su dispositivo en Tartus. Este puerto se trasformará en la segunda base militar rusa en Siria luego del acuerdo que en agosto de 2015 permitió la utilización de la base aérea en Hmeimim, cerca de Latakia (noroeste).
Rusia utiliza actualmente el puerto de Tartus para mantenimiento técnico y abastecimiento para la flota tras un acuerdo suscrito en la década de 1970 entre la Unión Soviética (luego renovado por Rusia) con Hafez al Asad, padre del actual líder sirio, Bachar al Asad.
Buques como el portaaviones «Almirante Kuznetsov» y el destructor «Pedro el Grande» participaron en los bombardeos contra las posiciones yihadistas en Siria durante los últimos 15 meses, además de las operaciones aéreas desde la base aérea en la provincia de Latakia.