Seamos críticos, la situación no es crítica - Por Iván Padilla Bravo
"No negamos, no podemos ni vamos a negar que en la Venezuela actual hay crisis y víctimas de la misma".
21 julio, 2019
category: FORO DEBATE
En un empeño por contaminarnos de lo peor y presentar a Venezuela en medio de un caos, los aparatos de dominación económica, política, militar, ideológica, hegemónica, mediática, concentran sus esfuerzos colectivos para vencer moralmente a nuestro pueblo.
La verdadera derrota que el imperialismo procura, al menos en una primera instancia, es la de nuestra conciencia y nuestros valores. Por eso es que debemos comenzar a entender que la guerra multifactorial de la que somos objeto no tiene sus inicios en los últimos años, sino que se inició, muy probablemente, hace un par de siglos, cuando el Libertador Simón Bolívar advertía que «más nos han dominado por la ignorancia que por las armas».
La actual crisis que perciben los analistas en Venezuela y a la que han denominado bajo el eufemismo de «situación país», es resultado de la aplicación de políticas y despliegue de acciones dirigidas a obtener resultados de «ablandamiento», desarticulación, debilitamiento,desmoralización, cansancio, abandonó, «raje», traición y entrega, previas a la aparición física de los marines para «posar su planta insolente en nuestro suelo patrio».
Es el ámbito de la crítica el que debemos tener agudizado desde la trinchera de los patriotas, de los Bolivarianos, de los socialistas. Y cuando decimos crítico nos referimos al pensamiento de clase aprendido de las luchas que como pueblo libramos desde el trabajo y en contra del capital.
Pensamiento crítico el que surge de enfrentar la hegemonía propia a la clase dominante como dueña de los medios de producción y a todas sus «verdades» creadas de invertir la imagen de lo real, de ponerla «patas arriba», de hacerla ideología y convencernos de que no hay otra realidad sino esa que es virtual.
Pero el peligroso y demoledor pensamiento crítico no siempre es tan evidente, no siempre se asume tan verdad ni logra su victoria fácil ante unas relaciones pentacentenarias, como lo son las del capitalismo.
Hay que seguir luchándolas como clases que se enfrentan históricamente hasta alcanzar definitivamente la victoria de la humanidad a través del proletariado, de su accionar y de su pensamiento crítico.
No, no elucubramos en función de minimizar la tragedia, los efectos directos y colaterales de la guerra económica, de la hiperinflación y de todas sus expresiones inmediatas de hambre, carestía, ausencia de medicinas y terapias, entre otras tantas consecuencias. No negamos, no podemos ni vamos a negar que en la Venezuela actual hay crisis y víctimas de la misma.
Es inocultable que esta guerra es cruenta, que deja muertos a cuentagotas, que desespera, que se hace interminable y, además recibe presiones y acciones cada día, bajo las órdenes y tutela de la burguesía, de los amos del mundo y sus aparatos ejecutores y de planificación imperialista, con sede en el Departamento de Estado gringo, en el Pentágono y la CIA.
Ante toda esta realidad, el pueblo trabajador venezolano está obligado a resistir, a pensar, a planificar, a luchar, a combatir en el terreno que sea y sin perder jamás la crítica, el pensamiento, crítico, nuestra identidad de clase.
La crítica no llena los estómagos ni sustituye las terapias que deben administrarse a nuestros enfermos. La crítica no aumenta salarios ni despeja la inestabilidad política sembrada por el enemigo. Pero la crítica, el pensamiento crítico, es el gran arsenal de nuestra trinchera de proletariado y nuestra conciencia. Sin ella y la unidad del pueblo, no habrá victoria en los combates.
Ilustración: Iván Lira