Temer contra las cuerdas: mayoría absoluta de brasileños exige su renuncia
La popularidad del primer mandatario de Brasil está en caída libre. Según la última encuesta del instituto de investigaciones Datafolha, el 63% de la población está a favor de que Michel Temer deje el cargo antes de terminar el año y permita la celebración de elecciones directas anticipadas.
Constitucionalmente, si el presidente no electo abandona su cargo recién en 2017 su sucesor será elegido por el desprestigiado Congreso Nacional, que este año destituyó del cargo a Dilma Rousseff, electa en octubre de 2014 por el 51,6% de los votos en segunda vuelta.
La popularidad del ex vicepresidente de Rousseff está en caída desde que asumió la Presidencia, junto a las expectativas sobre la situación económica, que un 65% cree que empeoró. Los resultados del último sondeo de Datafolha son elocuentes: el 75% cree que Temer defiende los intereses de los más ricos, el 65% lo considera un hombre falso y el 58% deshonesto. En una escala de cero a diez, su desempeño alcanzó un promedio de 3,6 puntos y tres cuartos de los encuestados piensan que su gestión es igual o peor que la de mandataria destituida.
El último miércoles el juez Marco Aurélio Mello ordenó a la Cámara de Diputados instalar una comisión investigadora que trate el último pedido de juicio político contra el mandatario. Temer es sospechado de haber ejercido tráfico de influencias para usar el Estado en provecho propio, por la construcción de un edificio con fines comerciales en una zona de Salvador de Bahía considerada patrimonio histórico. El caso ya le costó la renuncia al ministro de Gobierno, Geddel Vieira Lima, el sexto miembro del gabinete que deja su cargo por corrupción en seis meses.
Otro acusación que pesa sobre Temer es la de uno de los ex directivos de la constructora Oderbrecht que accedió a un acuerdo de delación premiada, Claudio Melo Filho. El empleado aseguró que Temer le pidió personalmente en 2014 al presidente de la compañía, Marcelo Oderbrecht, 10 millones de reales para financiar la campaña electoral de su partido, el Pmdb.
Este último dato no se conocía al momento de la encuesta, por lo que la imagen del actual presidente está hoy, sin dudas, en el peor momento desde que logró llegar al cargo.