La grave crisis de credibilidad que atraviesa el Vaticano quedó expuesta en el último viaje papal a uno de los países de mayor influencia católica: Irlanda, donde poco a poco la Iglesia va perdiendo fuerza. VER: IRLANDA VOTA A FAVOR DEL ABORTO

Allí, el llamado Encuentro de las Familias quedó opacado por los casos de abusos sexuales de sacerdotes dentro del país y los últimos sucesos conocidos en Pensilvania, Estados Unidos. VER: 300 CURAS ACUSADOS DE PEDOFILIA

Aunque Francisco pidió perdón públicamente y se reunió con víctimas de casos de pedofilia, para muchos eso no es suficiente y exigen acciones más contundentes por parte de la cúpula eclesiástica. Las pancartas con pedidos de justicia y reparación, el reclamo del primer ministro irlandés, Leo Varadkar, y los mensajes públicos de víctimas de abusos opacaron la gira papal.

La crisis de la Iglesia se profundizó cuando este domingo un ex alto diplomático del Vaticano solicitó en carta pública la renuncia de Francisco tras acusarlo de encubrir los abusos sexuales, mientras éste realizaba sus últimas actividades en Irlanda.

Carlo Maria Viganò, exnuncio del Vaticano en Estados Unidos y crítico de Francisco, no expuso ninguna prueba en su escrito, pero desató una feroz interna en el corazón de la Iglesia Católica.

Según Viganò, la alta jerarquía del Vaticano es cómplice de haber encubierto que el cardenal estadounidense Theodore McCarrick había abusado sexualmente de seminaristas en el país. El propio Viganò aseguró en su carta haberle informado personalmente al Papa en 2013 el historial de abusos de McCarrick.

“No pronunciaré una sola palabra sobre esto”, fue la pobre respuesta de Francisco en su vuelo de regreso desde Irlanda.

En medio del escándalo por los abusos, sectores ultraconservadores ven la oportunidad de ganar espacio dentro del Vaticano. Mientras tanto, la Iglesia Católica pierde cada vez más peso mundial.