Santrich: de la cárcel al Congreso de Colombia
Ignacio Díaz – América XXI
Jesús Santrich se presentó en la mañana de este miércoles para trabajar en la Comisión Séptima de la Cámara tras haber asumido su banca en representación de Farc, el flamante partido político surgido de los acuerdos de paz en Colombia. VER: A PESAR DE DUQUE, SANTRICH ASUMIÓ SU BANCA
La respuesta del oficialismo fue la esperada, luego que Duque pidiera a la justicia que prohibiera la investidura de Santrich: el uribismo levantó la sesión.
Lejos de ser una disputa por la situación individual de Santrich, el caso expone cada vez más la división entre quienes defienden la continuidad de la línea trazada en los acuerdos de paz de Colombia y quienes buscan derribarlos para continuar la guerra interna y los negocios vinculados al conflicto.
Tranquilo y consciente de lo que iba a suceder, Santrich declaró con prudencia: “No me voy a dejar provocar. El parlamento es el escenario de la democracia por excelencia y creo que los compañeros de la Comisión Séptima deben entender que así tengamos contradicciones debemos debatirlas en paz”, dijo al diario El Espectador.
“Este es un escenario para el debate político, para confrontación de ideas y lo que cabe en este momento es la comprensión y la tolerancia”, agregó luego en conferencia de prensa desde el mismo Congreso. “De lo que se trata es de sacar adelante esa prospectiva de paz que promovemos desde la FARC”, completó.
El momento más tenso fue apenas Santrich llegó a la sesión de la Comisión y la uribista Jennifer Arias lo acusó directamente de haber asesinado a uno de sus familiares y se retiró. Acto seguido, el presidente de la Comisión -el uribista Jairo Cristancho- levantó la sesión.
“Nosotros tenemos los brazos, el corazón y el alma abierta para atender todos los requerimientos de las víctimas”, fue la respuesta de Santrich a la congresista Arias.
El exguerrillero está acusado por la justicia estadounidense del delito de narcotráfico, supuestamente cometido después de los acuerdos de paz. Sin embargo, el pobre material probatorio de la causa ha generado fuertes disputas en la justicia colombiana, entre los sectores que lo quieren extraditar -encabezados por el propio presidente Duque- y quienes buscan revisar el proceso y ajustarse a las leyes de Colombia y los acuerdos de paz. La Jurisdicción Especial para la Paz y la Corte Suprema tomaron este último camino.
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