Washington: el primer destino exterior de Bolsonaro
Ignacio Díaz – América XXI @IGNACIODM
La primera visita oficial del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, a otro Jefe de Estado para mantener reuniones bilaterales comenzó este domingo en Estados Unidos donde será recibido por Donald Trump, cuya imagen y campaña cautivaron a la familia de quien es hoy el mandatario del mayor país de América Latina.
Uno de los temas de la agenda es Venezuela, país al que Washington amenaza con una intervención militar que Brasil rechaza, pese a que hubo declaraciones aisladas en ese sentido, aunque siempre terminaron siendo rectificadas.
Bolsonaro ha tomado muchas características de la figura de Trump e incluso de su discurso, al adoptar el eslogan “primero Brasil” u oponerse al Acuerdo de París sobre el cambio climático, entre varios ejemplos.
Según declaró el vocero presidencial, la visita de Bolsonaro a Washington es una demostración de “la prioridad que el Gobierno atribuye a la construcción de una sólida asociación con Estados Unidos”.
Seis ministros y su hijo y diputado nacional Eduardo Bolsonaro forman parte de la comitiva oficial. Este último tiene particular interés en la articulación internacional de las nuevas fuerzas de ultraderecha.
La agenda
El presidente de Brasil llegará el domingo y volverá al país el miércoles. El martes será recibido por Trump y también mantendrá un encuentro con Luis Almagro, el secretario general de la OEA que tras surgir de la izquierda uruguaya hoy abraza a la ultraderecha regional.
En el empresariado estadounidense hay particular interés por el programa de privatizaciones lanzado por el Gobierno, en continuidad con las políticas impuestas por el presidente no electo Michele Temer. Captar inversiones es en realidad el objetivo central del viaje de Bolsonaro y su estadía de tres días.
Por el lado de Trump, el interés principal es el que el gobierno brasileño profundice su presión sobre Venezuela, mientras se desinfla la figura de Juan Guaidó y se aleja la posibilidad de un golpe de estado en el país.
Además, Estados Unidos quiere usar la base de lanzamiento de satélites de Alcántara (FOTO), ubicada en Maranhão, norte del país, que implicaría la cesión de territorio brasileño y el posible primer paso para la instalación de una base militar en el país.
Bolsonaro ya dio un guiño favorable a las empresas estadounidenses al aprobar la absorción de Embraer por parte de Boeing, la mayor productora de aviones comerciales del mundo.
Sin embargo, la prensa brasileña revela por estas horas que Estados Unidos no ha dado lugar a ninguno de los pedidos de Brasil en materia económica, ni siquiera tiene garantizado un apoyo concreto para su ingreso a la Ocde, lo que demuestra que el gobierno de Trump presionará a Bolsonaro para obtener más concesiones a cambio de acuerdos económicos. Washington ve con preocupación la relación bilateral de Brasil con China, su principal socio comercial.
El viernes 22 de marzo Bolsonaro estará en Chile para la cumbre que pretende lanzar el Prosur, un organismo que reemplace a Unasur, y luego llegará a Israel a fin de mes. Todo un indicio de la agenda internacional que pretende desplegar para el país.
Interpretaciones
El encuentro es visto como un posible puntapié para el lanzamiento de una alianza continental de ultraderecha que podría devenir en una convergencia de organizaciones fascistas, aunque es impensable que un espacio así se lance oficialmente.
La Iglesia Evangelista, verdadero poder detrás de la candidatura de Bolsonaro, ya tiene a disposición la cadena CNN Brasil. Además, los hijos del exmilitar propagan permanente mensajes para fomentar el odio y la violencia, con blanco especialmente en lo que el presidente denomina “los rojos”, en amplia referencia a las izquierdas.
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