26 febrero, 2018
category: EDICIONES IMPRESAS
Opiniones en torno al Petro venezolano
Qué es una criptomoneda y cómo es la tecnología que utiliza, cuál es la relación con los Estados y por qué ya se prohibieron en varios países del mundo. Éstas y otras preguntas forman parte de un debate general que llegó a Venezuela tras el anuncio del lanzamiento del Petro.
A continuación, se presentan tres textos distintos sobre el tema, todos de Venezuela. El primero explica algunas cuestiones generales sobre las criptomonedas y las primeras consideraciones sobre el Petro. El segundo es un documento oficial (extractado), denominado Libro Blanco, que da cuenta de los fundamentos presentados para lanzar el Petro, cuya preventa habrá comenzado el 1 de marzo. Finalmente, el último escrito es un resumen de supuestos puntos débiles del petro, que incluye una propuesta. Es un debate imprescindible para la actual coyuntura del país.
El Petro: chicha y limonada
Por Jessica Dos Santos
Las criptomonedas están basadas en códigos criptográficos, encriptados (del griego, “criptos” (oculto), y “grafé” (escritura): escritura oculta. La de Venezuela aún no ha nacido, pero ya tiene nombre: “El Petro” ¿Qué oculta?
Es chicha y limonada
El pasado 3 de diciembre, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció la creación de “El Petro”, una criptomoneda similar al bitcoin, pero respaldada por petróleo, gas, oro y diamantes.
El bitcoin es una moneda virtual, es decir, sólo existe en la web y se utiliza a través de un sistema de pagos electrónicos encriptados sin necesidad de intermediarios.
Las criptomonedas emplean una tecnología llamada “Blockchain” (cadena de bloques) generada por algoritmos criptográficos, es decir, todas las transacciones son verificadas por una extensa red de computadoras sin necesidad de instituciones bancarias que compensen o liquiden los pagos entre las partes.
Las monedas virtuales surgieron en el año 2009, existen más de 600, y crearlas tarda sólo 20 minutos. Las más reconocidas son el Bitcoin (existen 16,4 millones de unidades circulando y su valor total en el mercado es de US$42.888.341.486), el Ethereum, Ripple, Dash, Litecoin, Omisego y Monero.
En el caso del bitcoin, cada bitcoin se asocia a una dirección única, perteneciente a una persona (una billetera virtual). La dirección de bitcoin indica quién posee la moneda digital. Es como una dirección de correo electrónico, a donde se puede enviar “X” cantidad de bitcoins.
Según la agencia “Digital Finance” en los últimos meses cerca del 30% de las transacciones con criptomonedas se realizaron desde América Latina, siendo lideradas por Colombia, Venezuela, Brasil y Argentina. Precisamente el Petro se edifica como la primera criptomoneda venezolana, pero al parecer será tanto chicha como limonada.
Chicha: tiene respaldo
La revista The Economist afirma que las monedas virtuales que se encuentran en circulación tienen una equivalencia en el mundo real que supera los 90 mil millones de dólares. Sin embargo, el bitcoin y el resto de las criptomonedas son dinero fiduciario, es decir, que carece de respaldo.
El valor del dinero fiduciario depende únicamente de la confianza que otros depositen en él, es decir, la posibilidad de que lo acepten como medio de pago o se pueda convertir en dólares, euros u otras monedas.
Sin embargo, el superintendente de la Criptomoneda, Carlos Vargas, precisó que el Petro arrancará con “un certificado equivalente a 100 mil millones de dólares de las reservas petroleras venezolanas”, es decir, un gran respaldo.
“El Petro será, sin duda alguna, la moneda virtual con mayor respaldo del mundo. Las reservas probadas de petróleo de Venezuela son de 297.500 millones de barriles de petróleo, las de oro son de 367,6 toneladas extraídas en bóvedas, las de diamantes rondan los 11.800 millones de quilates y las reservas probadas de gas son de 4,1 billones de pies cúbicos. Son más de 58 billones de dólares americanos a precios actuales. Este monto representa tres veces el PIB de Estados Unidos o China. Esto garantizará que cuente con gran aceptación y valoración a nivel internacional”, explica el economista Oscar Forero.
Algo en lo que coincide el abogado y especialista en derecho tributario y financiero, Juan Carlos Valdez, al afirmar que “El ‘Petro’ es la única criptomoneda del mundo que tiene un respaldo en bienes reales. Por ello, no se necesita que exista confianza en la economía del país que la emite, pues la confianza radica en todo lo que la respalda. Además, el Petro no podrá ser despreciado, porque para ello deberán depreciar el valor del oro, el diamante, el petróleo, el gas, el coltán, algo que sería materialmente imposible. Esto hace que el Petro sea atractivo para el resto del mundo”.
Ante esto, el profesor Luis Salas Rodríguez lanza una advertencia: “Quien adquiera una criptomoneda venezolana respaldada por sus riquezas minerales, estará pensando en el derecho que le da a acceder a tales riquezas. Está de más decir que esto la convertiría en un éxito de mercado, pero estamos hablando de un éxito que podría resultar lesivo a los intereses nacionales. Esto en condiciones normales expone al país ante los fondos buitres especulativos que adquirirán el Petro buscando el oro, el petróleo y la plata que lo respalda. Pero en las condiciones financieras en que nos encontramos los riesgos son mayores.”
De hecho, ya medios como la BBC asomaron que “Venezuela debe designar un custodio independiente que garantice que, en caso de impago, estas materias primas lleguen a manos de los acreedores”.
Limonada: El Estado dice presente
A la par, se supone que las criptomonedas no están controladas por ningún Estado ni Banco Central. No tienen país de origen ni son emitidas por gobiernos, tampoco cuentan con un respaldo jurídico único. Las transacciones son anónimas. Incluso, para algunos, uno de los principales atractivos de las criptomonedas es precisamente ése: se pueden realizar transacciones sin revelar quiénes participan en ellas. Por ende, son muy usadas por quienes cometen actos ilícitos.
A la fecha, por lo menos 11 naciones del mundo poseen su propia moneda virtual, las cuales pertenecen a fundaciones o personas particulares, pues son muy pocos los gobiernos que han asomado la posibilidad de lanzar su propia moneda.
Sin embargo, el superintendente de la Criptomoneda, Carlos Vargas, afirmó que el Estado venezolano “creará una fórmula que determinará el valor del Petro”, abrió una web para “un registro único de los mineros digitales en el país”, y hasta considera que estas tecnologías podrían “tributarle al país”.
Los mineros digitales son aquellos ciudadanos que practican la “minería” de estas monedas virtuales en computadoras especializadas, es decir, revisan las operaciones que se realizan en el mundo y perciben comisiones por mantener sus equipos operando.
Vargas también dijo que el Petro podrá ser adquirido en bolívares y en cualquier otra divisa, y que la Asamblea Nacional Constituyente aprobará una ley que autorice la creación de casas de cambio de monedas digitales, dado que otras criptomonedas, como el Bitcoin y el Onix, también serán legalizadas.
Bueno y malo a la vez
“Una de las ventajas de las criptomonedas es que son una especie de ‘Bypass’ al sistema financiero, es decir, si usted quiere transferirle un dinero a alguien, usted se mete en su computadora y hace la trasferencia, pero esa transferencia primero va al banco, el banco la autoriza y luego se la hace llegar a la otra persona. En el caso de las criptomonedas esto no es así, porque las criptomonedas no pasan por el banco, es una transacción de persona a persona. Por eso el Petro será clave en el combate de la guerra económica contra Venezuela”, dice el especialista Juan Carlos Valdez.
En efecto, el Petro, de una u otra forma, podría servir para burlar el bloqueo económico de Estados Unidos, pues entre las sanciones impuestas por el gobierno de Donald Trump se incluye la prohibición de realizar transacciones con títulos de deuda y acciones emitidos por el gobierno venezolano y la estatal petrolera, Pdvsa.
Pdvsa es la principal fuente de ingresos del país, por lo que superar estas restricciones es una prioridad para el Estado. Pero para eso se necesita, en primer lugar, que los socios de Venezuela accedan a utilizarla. China, por ejemplo, gran aliado económico de nuestra nación, prohíbe e incluso pena la comercialización con moneda virtual a sus ciudadanos.
“Son cada vez más quienes a nivel mundial alertan sobre sus implicaciones, entre ellos el presidente ruso, Vladimir Putin. Este mismo año el gobierno chino prohibió su emisión, al tiempo que obligó a individuos y organizaciones que hayan recaudado fondos a través de ellas a devolverlos”, dice Salas Rodríguez.
Por su parte, Oscar Forero explica que esto pasa porque “no todo es positivo en el caso de las monedas virtuales. Su funcionamiento descentralizado puede originar grandes alteraciones del mercado, tal como ha ocurrido en reiteradas ocasiones con el Bitcoin. A ello debemos sumarle que el mercado virtual en efecto se presta para que se laven de manera simple grandes cantidades de dinero proveniente de actividades ilícitas. Otro factor a tomar en cuenta proviene de las distorsiones que podría generar en nuestra economía el ingreso de divisas provenientes del Petro, puesto que su naturaleza es esencialmente especulativa”.
“Nada de lo anterior significa que se deba obviar el tema y actuar como si no existe. Las criptomonedas son una realidad y hay que lidiar con ellas. Desde esta perspectiva, es saludable la conformación de un organismo que se encargue de estudiarlas y hacerles seguimiento, pero teniendo claros todos sus riesgos”, acota Salas Rodríguez.
De una u otra forma, Venezuela, nuevamente, intenta encontrar una salida. Todo indica que hay alternativas disponibles, pero debemos conocer las más adecuadas y cómo implementarlas asertivamente. Sea como sea, el Petro ya es parte de toda una cadena de interesantes acontecimientos que vamos a estar atestiguando en los días por venir, así que ¡a empaparse en la materia!
Texto publicado en la revista Épale, del diario Ciudad Caracas (CCS)
Libro Blanco del Petro
Documento oficial
El Petro (PTR) tiene su origen en la idea del presidente Hugo Chávez de crear una moneda fuerte respaldada por materias primas. Sus antecedentes se remontan a propuestas de coordinación financiera y monetaria global previas a la hegemonía del dólar estadounidense, que resurgieron luego de la crisis financiera de finales de la década pasada.
Las cadenas de bloques permiten transferir valor e información, prescindiendo de terceros. Asimismo brindan las herramientas para enfrentar exitosamente el reto de crear plataformas e instrumentos financieros transparentes, eficientes e inclusivos.
El Petro, será un criptoactivo soberano respaldado por activos petroleros y emitido por el Estado venezolano como punta de lanza para el desarrollo de una economía digital independiente, transparente y abierta a la participación directa de los ciudadanos. También servirá como plataforma para el crecimiento de un sistema financiero más justo y que contribuya al desarrollo, la autonomía y el intercambio entre economías emergentes.
Activos petroleros venezolanos servirán para impulsar la adopción de criptoactivos y de tecnologías basadas en las cadenas de bloques en el país. El Estado promoverá e incentivará el uso del Petro con miras a consolidarlo como opción de inversión, mecanismo de ahorro y medio de intercambio con los servicios del Estado, la industria, el comercio, y la ciudadanía en general.
La población venezolana tendrá a su alcance una tecnología que le permitirá disfrutar las ventajas de contar con una reserva de valor y medio de pago robusto para estimular el ahorro y contribuir al desarrollo del país.
El Petro será un instrumento para dar estabilidad económica e independencia financiera de Venezuela, aunado a una visión ambiciosa y global para la creación de un sistema financiero internacional más libre, equilibrado y justo.
Introducción
La adopción de la tecnología de cadena de bloques (blockchain) en el mercado global no es simplemente una tendencia o moda temporal, sino un cambio firme y continuo hacia un futuro en el cual el manejo de las finanzas personales, institucionales y potencialmente estatales se volverá más fácil, directo, rápido y transparente.
Dos de las aplicaciones de esta tecnología, las criptomonedas y tokens, destacan en popularidad. Dichos instrumentos resultan convenientes para una sociedad global debido a que permiten mayor eficiencia, rapidez y libertad en todo tipo de transacciones, especialmente en el comercio internacional.
Su uso ha generado un universo de oportunidades que tienen el potencial de alterar las prácticas de negocio convencionales, sobre todo en industrias asadas en la intermediación para el intercambio o la verificación, como las finanzas, el comercio, la manufactura e incluso en áreas del conocimiento humano que acostumbran adoptar las innovaciones tecnológicas en plazos más largos, como lo son el derecho y la política.
Aún falta masa crítica de adopción de las criptomonedas entre inversionistas, emprendedores, consumidores, instituciones e inclusive gobiernos, como alternativa de transferencia de valor e información: a principios de 2017 la cantidad de usuarios activos de criptomonedas en el todo el mundo se estimaba en alrededor de tres millones. Sin embargo, el crecimiento explosivo de la oferta, del capital de mercado y las ofertas iniciales (ICOs), son claros indicadores de un crecimiento importante en la base de usuarios durante el año pasado.
El desarrollo del ecosistema de criptoactivos está basado en la idea revolucionaria de la sustitución tecnológica de la confianza. El modelo de trabajo sobre el que se fundamentan surgió como un ingenioso mecanismo que combina redes, poder computacional e incentivos al trabajo colaborativo para garantizar la integridad de la información, trazabilidad y transparencia en los intercambios. Adicionalmente, ya que coloca directamente en las manos de las personas el manejo de sus recursos financieros, plantea un enfoque diferente de la seguridad en finanzas electrónicas.
Sin embargo, a pesar de las ventajas inherentes de las cadenas de bloques, hasta ahora solo existen proyectos, ideas y aspiraciones para crear criptomonedas con el respaldo de un Estado soberano. Con el Petro, Venezuela aspira convertirse en el líder global de una iniciativa económica que permita aprovechar el valor de sus recursos minerales en forma innovadora, al desarrollar y promover la adopción de una criptomoneda en el país.
El Petro irrumpe con una perspectiva prometedora aprovechando: la temprana madurez de la tecnología de cadena de bloques; un mercado de más de treinta millones de personas ávidas de instrumentos para el ahorro, la inversión y el intercambio internacional; una industria petrolera mundialmente reconocida; la participación de gobiernos aliados y entusiastas promotores de las criptomonedas para el desarrollo de una nueva economía en todo el mundo.
El Petro tendrá la capacidad de sortear bloqueos, retrasos y limitaciones del sistema financiero tradicional, favoreciendo el crecimiento de un nuevo ecosistema económico basado en la confianza, integridad, transparencia, eficiencia y rapidez que garantiza la tecnología de cadenas de bloques.
Antecedentes
A raíz de la imposición del dólar estadounidense como moneda internacional de respaldo y la posterior sustitución del patrón oro por el modelo fiduciario, la economía mundial ha sufrido de incertidumbre e inestabilidad producto del basamento en una moneda sin respaldo, que ha resultado especialmente pernicioso para las economías emergentes.
Desde entonces se reconoce la necesidad de fortalecer los mercados internos y evitar la dependencia de decisiones unilaterales tomadas en los grandes centros de poder para estabilizar las economías. De allí han surgido distintas propuestas para respaldar las monedas nacionales con los recursos naturales más valiosos de los países –muchas veces localizados en economías emergentes.
(…)
La combinación entre estos antecedentes históricos y el reconocimiento internacional del enorme potencial de las nuevas tecnologías, sustenta la idea del Petro como moneda internacional desarrollada y promovida por una nación emergente para el desarrollo de una economía global descentralizada, más igualitaria, inclusiva y transparente.
Oportunidad para Venezuela
El motor económico y base fundamental de la riqueza económica venezolana es la abundancia de sus recursos naturales. El petróleo es el más destacado de ellos. La explotación y comercialización de hidrocarburos, y algunos productos asociados y derivados, genera el 95% de la entrada de divisas al país por exportaciones.
Por su calidad de principal fuente de energía eléctrica, y parte vital de otras industrias, como la farmacéutica, el petróleo sigue siendo una mercancía muy cotizada en el mundo. Su mercado es de aproximadamente 1,7 trillones de dólares anuales.
Para colocarlo en perspectiva, el mercado del petróleo es más grande que la suma de todos los mercados de metales. Esta situación coloca a Venezuela en una posición privilegiada, al ser poseedora de las mayores reservas probadas de crudo (300.900.000.000 barriles) y de grandes ventajas competitivas en la producción de energía eléctrica.
Los abundantes recursos naturales del país permiten diseñar un criptoactivo poco convencional que aprovecha la tecnología de cadena de bloques para garantizar transparencia, auditabilidad e integridad de la información para ofrecer la estabilidad que aún requiere el volátil mercado de las criptomonedas. De esta manera, promovería al país como referencia global de soberanía frente a los grandes centros financieros globales.
El precio del Petro estará asociado al de la cesta de crudo venezolano, entre otros motivos, porque el Estado aceptará el pago de impuestos, obligaciones, tasas, contribuciones y servicios públicos nacionales en Petro, lo que ofrece ventajas para los inversores en varios frentes:
a) Instrumento para la reducción de la volatilidad en el mercado de criptoactivos. El Petro dará a los inversionistas la oportunidad de entrar al mercado de los criptoactivos de la mano de un instrumento con valor intrínseco, más seguro y estable, susceptible de un análisis fundamental por estar vinculado a una industria ampliamente conocida y, por lo tanto, apto para ser utilizado en grandes transacciones, operaciones de crédito e incluso, como reserva de valor.
b) Uso de la tecnología para mejorar la confianza e impulsar el crecimiento. El Petro funcionará con la tecnología de las cadenas de bloques, siguiendo los más altos estándares para garantizar integridad, transparencia, auditabilidad y gobernanza. Además, cuenta con el respaldo que brindan las privilegiadas reservas de recursos naturales de Venezuela. Este criptoactivo generará confianza entre los inversores internacionales por tener sus bases firmemente establecidas en un contexto de reglas claras y una conexión sólida con la economía real.
Descripción y funcionamiento
El Petro tendrá tres facetas:
– Medio de intercambio. Podrá ser usado para adquirir bienes o servicios y será canjeable por dinero fiduciario y otros criptoactivos o criptomonedas a través de casas de intercambio digitales.
– Plataforma digital. Podría ejercer las funciones de una representación digital de mercancías y/o materias primas (e-commodity) y servirá como andamio para crear otros instrumentos digitales orientados al comercio y las finanzas nacionales e internacionales.
– Instrumento de ahorro e inversión. Su valor estable alentará su uso como reserva de valor e inversión financiera.
El total de Petros emitidos y puestos a la venta será de 100 millones. No habrá emisiones extraordinarias.
La República Bolivariana de Venezuela garantiza que aceptará el Petro como forma de pago de impuestos, tasas, contribuciones y servicios públicos nacionales, tomando como referencia el precio del barril de la cesta venezolana del día anterior con un descuento porcentual.
Adicionalmente, el gobierno de Venezuela se compromete a promover el uso del Petro en el mercado interno y realizar esfuerzos para estimular su aceptación en el todo el mundo.
Petro y criptomonedas: mitos y realidades
Por José Gregorio Piña
Nos sentimos obligados a exponer las siguientes consideraciones sobre este tema de extrema actualidad y suma importancia para la economía de Venezuela, ya que observamos grandes falencias, inexactitudes, contradicciones, argumentos improcedentes y muchos intereses particulares alrededor de todo lo que se dice en relación con la materia.
1. En primer lugar, las llamadas criptomonedas emitidas por particulares, en estricto sentido no son monedas, sino un objeto digital al cual sus usuarios le atribuyen un valor, y que es usado para acumular y transferir dicho valor, en forma similar a, por ejemplo, un lingote de oro o un diamante, con la evidente ventaja de su mucha mayor movilidad, al tratarse de algo que se transmite mediante medios digitales.
2. Es un argumento insostenible contraponer la falta de respaldo del dólar, carencia que es cierta, con las criptomonedas, ya que estas tampoco tienen respaldo alguno.
3. Aunque se sostenga lo contrario, las llamadas criptomonedas sí afectan la soberanía monetaria de todos los países, lo que hace sospechar algún interés de mayor nivel detrás de toda esa tecnología.
4. Resulta sintomático que China y Rusia hayan prohibido el uso de criptomonedas distintas de las propias; y lo mismo estén planteando Corea del Sur y Estados Unidos. Éstos últimos también plantean prohibir la conversión de criptomonedas en dólares.
5. Las criptomonedas sí están sujetas a especulación y manejos financieros, y lo estarán más en la medida en que los sistemas financieros tradicionales ya intervienen en ese mercado, incluso con criptomonedas propias o, como ya es el caso, con la creación de criptomonedas por parte de bancos tradicionales y de mercados de “futuro”.
6. No es cierto que las criptomonedas no tengan “intermediarios”. Éstos no son bancos centrales o bancos comerciales formales, pero sí hay emisores, depositarios, centralizadores de operaciones; y sí hay costos financieros asociados.
7. El auge de las criptomonedas no está relacionado con las fallas de los bancos, derivadas del mal manejo del crédito y de la especulación financiera, a lo cual no estarán exentas las criptomonedas.
8. El falso discurso “libertario” detrás de las criptomonedas es el mismo esgrimido por las élites financieras en contra de los Estados soberanos.
9. La alegada confidencialidad y ausencia de control de autoridades formales, que no de los privados, no son una ventaja, sino una amenaza desde el punto de vista de los gobiernos, incluido el de Venezuela.
10. Las criptomonedas no son lo “democráticas” que se alega, ya que sólo una minoría tiene los recursos financieros, tecnológicos, energéticos y de conocimiento para generar (“minar”) las mismas y para centralizar su intercambio.
11. El Petro anunciado por el Ejecutivo Nacional de Venezuela sí encaja en la definición formal de una moneda soberana, en tanto que es emitida directamente por el Estado y que se ha dicho que tendrá respaldo en petróleo, oro y otros bienes ya contemplados como respaldo del bolívar en la ley del Banco Central.
12. En efecto, dado que el respaldo ofrecido para el Petro estará representado por petróleo, oro y otras riquezas en el subsuelo, es decir, no extraídas y disponibles, se hará necesario emitir instrumentos financieros negociables representativos de dichas existencias mineras; es decir, lo que en la jerga financiera se denomina “titularización” de dichas reservas.
13. Entonces, nos topamos con un detalle que siempre hemos sostenido que inviabiliza la adopción masiva de dicho respaldo en títulos representativos de petróleo, oro o cualquier otro bien, para la moneda que sea, en Venezuela o cualquier otro país: el respaldo monetario, por definición, es exigible por parte del tenedor de la respectiva moneda respaldada, en este caso el título, y dicho título, instrumento negociable, es representativo de la propiedad de cierta cantidad de petróleo, oro o diamantes. Por lo tanto, en la medida en que haya una cierta cantidad de dichos títulos en poder de los mercados, en esa misma medida sus poseedores no comprarán el petróleo, oro o diamantes de Venezuela, sino que presentarán sus títulos para exigir que les sea entregada la cantidad equivalente de dichos bienes.
14. En términos concretos, la emisión anunciada del Petro con respaldo de petróleo, oro o diamantes equivaldría a una venta a futuro de dichos bienes, hoy en el subsuelo. Nótese que las emisiones anunciadas por China y Rusia de instrumentos digitales similares sí estarán respaldadas por oro monetario ya disponible en bóvedas, es decir, que se comportan igual que las monedas tradicionales con respaldo, y han anunciado que sólo las usarán para el comercio común.
15. Visto todo lo anterior, es aconsejable plantear el Petro como una emisión limitada de un vehículo financiero exclusivamente para transacciones del propio Estado en negociaciones internacionales con socios estratégicos escogidos, como medio de vender su petróleo, oro y otras riquezas, evadiendo las restricciones de orden político de terceros países.
16. En la hipótesis de que el Petro tuviere una apreciación en su valor, la misma no beneficiaría a Venezuela como emisor del mismo, sino a sus tenedores; ya que para Venezuela el Petro será un pasivo, una deuda; y en todo caso, Venezuela sólo reconocería la cantidad de respaldo que corresponda, lo que hace improbable la supuesta apreciación del Petro.
17. A pesar de los mecanismos de seguridad y monitoreo inmersos en la cadena de bloques (Blockchain), la bolsa de criptodivisas de Tokio se declaró en quiebra en febrero de 2014, alegando que cerca de 500 millones de dólares en bitcoins habrían sido robados. Una situación similar se presentó en Hong Kong, con el robo de 65 millones de dólares en la moneda digital de la bolsa Bitfinex en 2016. En noviembre 2017 se reportó el caso de la empresa Parity, donde un acceso ilícito congeló cientos de millones de dólares en la criptomoneda Ethereum. La empresa NiceHash, especializada en el “minado” de criptodivisas, anunció el 7 de diciembre de 2017 que le habían robado todo el contenido de su cartera virtual: 4.736 bitcoins, con un valor de 63 millones de dólares.
18. Se ordena, por ahora, la emisión de 100 millones de Petros, y se dice que valdrán, conforme a su respaldo, lo mismo que el valor promedio (suponemos) de un barril de la canasta de petróleo de exportación venezolana; es decir que la emisión inicial será equivalente a aproximadamente 5.500 millones de dólares. Lo anterior significa, en términos gruesos, la venta indirecta del equivalente aproximado de seis meses de exportaciones netas de petróleo venezolano, excluyendo lo comprometido en Petrocaribe y los Fondos Chinos.
19. ¿Se ha pensado en la factible posibilidad de que algunos fondos inversores adquieran en el mercado secundario los Petros, aun con prima, con la intención de reclamar el respaldo en petróleo?
20. Si, como ha sido establecido, se permite dentro del país de manera legal la generación (minado), intercambio y, sobre todo, circulación con poder liberatorio, de cualesquiera criptomonedas, el valor de capitalización de las mismas, a la fecha, superaría el tamaño del PIB venezolano; y si se asume el valor equivalente según el mercado ¿ilegal? de divisas, podrían los tenedores de esas criptodivisas, al menos en teoría, adquirir, por ejemplo, toda la riqueza inmobiliaria privada de Venezuela.
21. ¿Por cuál razón válida cualquier Estado-Nación ha de permitir fomentar, promocionar y apoyar que particulares emitan sus propias monedas prácticamente de la nada y sin contraprestación, competidoras de la moneda que emita ese Estado; en el caso venezolano aprovechando adicionalmente el subsidio de la electricidad?
22. Si un Estado legaliza, avala, promociona y apoya la minería, intercambio y circulación libre de criptomonedas particulares, ¿asumirá institucionalmente el riesgo moral y financiero asociado a eventuales fraudes, pérdidas, robos y bloqueos de dichas criptomonedas? Para responder a esta interrogante, contémplese, por analogía, la actividad bancaria.
23. El video donde el Comandante Chávez aparece hablando sobre el Petro, no constituye plena prueba, como se dice en Derecho. La pregunta es por qué Chávez no lo implementó en los años de mejores ingresos en divisas y altos precios del petróleo. Por el contrario, hemos hablado con varios testigos presenciales de que Chávez desistió de la idea por el tema del respaldo en activos no disponibles. Por algo China y Rusia, y en su momento Libia, lo enfocan con respaldo tradicional de bienes disponibles, que están en Reserva y de los cuales pueden desprenderse.
24. Si la República transfiriera sin contraprestación la propiedad del petróleo contenido en el Campo 1 del Bloque Ayacucho de la Faja Petrolífera del Orinoco Hugo Chávez, aun así dicho petróleo ha de ser extraído, procesado y comercializado.
25. Ha sido establecido que personas naturales privadas, particulares, minarán Petros, aunque el Petro sea una moneda instituida y respaldada por el Estado venezolano. En ese caso, es de suponer que un Petro minado por un particular no debe estar respaldado ni avalado por el Estado, por lo que forzosamente se ha de concluir que esos mineros y esas mineras de Petros sólo lo harán como una especie de “encomienda de gestión” (“por encargo”) a favor del Estado, no para adquirir la “propiedad” del Petro que hayan minado. Así, los Petros minados por particulares serían propiedad del Estado, única forma en que legalmente podría respaldarlos con petróleo de propiedad pública, lo que hace suponer que los mineros y las mineras recibirán un pago compensatorio por sus gastos más la comisión estipulada.
26. Ha sido dicho que un porcentaje importante de la emisión de Petro será adjudicada de manera privada, para ponerlo “en las mejores manos” (sic). ¿por qué esta opción restringida en lo que de por sí es un proceso restringido por las barreras de acceso? ¿Quién determina dicha cualidad? ¿bajo cuáles criterios?
Propuesta y consideraciones
El Petro sí tiene aspectos positivos que pueden y deben ser aprovechados, pero se debe corregir lo ya aprobado. En este sentido:
– Que no sea moneda, sino únicamente activo financiero (como las acciones y bonos)
– Que no se transe en bolívares, sino únicamente en divisas libremente convertibles y en otras criptomonedas soberanas (emitidas por Estados) que tengan respaldo
– Que el Estado ejerza el monopolio de la minería de Petros y prohíba la libre circulación de las criptodivisas
– Que el respaldo del Petro sea mediante certificados negociables registrados en la bolsa de valores de Shanghái; aunque seguirá siendo una venta a futuro de petróleo, o de oro y diamantes
– Que las intermediarias transaccionales estén en la esfera de influencia de China y Rusia, para que las divisas puedan ser transferidas factiblemente a las cuentas del gobierno nacional, y no bloqueadas por las sanciones vigentes o futuras en el bloque occidental contra nuestro país
– Recomendamos que el Estado no venda los Petros, sino que los use directamente para sus pagos internacionales y sólo reciba Petros para compra de petróleo venezolano
– Alternativamente, cabe considerar que sea Pdvsa el ente emisor de los Petros, habida cuenta de que administra el petróleo y cuenta con la tecnología; y que PDVSA use los Petros emitidos para pagar deuda al Banco Central y, a su vez, el BCV ejerza sus competencias constitucionales y venda los Petros en lugar de otras divisas que posea
No consideramos que la emisión y colocación inicial del Petro por parte del Estado venezolano sea “una privatización de la Faja Petrolífera del Orinoco”, como peyorativa e insidiosamente sostienen algunos y algunas. Ya hemos dicho que se trata, en todo caso, de una venta de petróleo mediante una modalidad nueva.
Por otro lado, hemos escuchado y leído comentarios del tenor de que el respaldo “no es el petróleo, sino las reservas de la Faja Petrolífera del Orinoco” (frase que escapa a nuestro entendimiento) o “que el respaldo no debe entenderse como una garantía”, frase criptica que deja entrever, sin atreverse a afirmarlo, que el respaldo no sería exigible. Aclaramos que una hipotética negativa o restricción a la exigencia de entrega del respaldo del Petro le quitaría tal cualidad, anulando la ventaja evidente que tendría el Petro.
Otro escenario alternativo al que podría conducir todo este tema es a implantar el Petro como la moneda venezolana para todos los efectos, previa modificación constitucional, emitida por el Banco Central. Esta es la única manera en que verdaderamente se democratizaría, más allá de la mera propaganda, el acceso y tenencia del Petro, de una manera equitativa para todos. En este escenario, consideramos imperativo conservar una fracción de emisión física de dinero, por la vía de la impresión de billetes tradicionales (que serían bolívares, como fracción del Petro). Ningún país del mundo ha eliminado la emisión física de dinero.
Por otra parte, ya hay decisiones fácticas que indican que los Estados soberanos irán emitiendo sus propias monedas bajo el formato digital de la “cadena de bloques” y limitando, como debe ser, al resto, dándole formalidad al uso de esa tecnología para propósitos monetarios. Tales emisiones soberanas y la consiguiente regulación en la materia no deben ser satanizadas.
Resumen de un conjunto de artículos del autor publicados en www.15yultimo.com