Grupo de Lima: intervención militar no es una opción
Culminó este lunes una nueva reunión -la 12ª- de Cancilleres de países miembros del Grupo de Lima, cuyo único tema es siempre la situación de Venezuela. Como es habitual, al final de la reunión se emitió una Declaración, que esta vez contó con 17 puntos.
El encuentro tuvo lugar en Santiago y fue precedido por un discurso del presidente chileno, Sebastián Piñera. El mandatario busca en los últimos meses ser la cara visible de una alianza de la derecha latinoamericana con Estados Unidos y no perdió la oportunidad para reaparecer y reunirse con los representantes diplomáticos de los demás países. VER: 8 DE 12 PAÍSES SURAMERICANOS CREAN PROSUR EN CHILE
En su discurso, Piñera llamó a “unir fuerzas” entre el Grupo de Lima -a cuya reunión fueron representantes de 14 gobiernos- y el llamado Grupo de Contacto sobre Venezuela, que incluye a países de la Unión Europea, México, Uruguay, Ecuador, Costa Rica, Bolivia y el Caricom.
Sin embargo, mientras el Grupo de Lima insiste en el aumento de la presión internacional contra Venezuela, el otro grupo, más heterogéneo, intenta la reapertura de un diálogo entre la oposición y el gobierno de Maduro, por lo que ambas posturas aparecen como irreconciliables
En un escenario donde la oposición encabezada por Juan Guaidó parece no ganar mayores espacios, Piñera pidió ampliar el Grupo de Lima y aumentar la coordinación con los países del otro bloque para actuar en unidad. Sin embargo, al mismo tiempo rechazó “reabrir el diálogo” en Venezuela y pidió insistir en el ingreso de “la ayuda humanitaria” desde Colombia.
Rechazo a la guerra
El resultado de la reunión entre 14 representantes oficiales y el opositor venezolano Julio Borges fue un documento firmado por 11 países. No pusieron la firma en el documento Ecuador (país que acaba de participar como observador), Santa Lucía ni Guyana. Tampoco Estados Unidos, que no envió ningún representante.
En el punto 11, los gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú acordaron rechazar “cualquier amenaza o curso de acción que implique una intervención militar en Venezuela”. A su vez, pidieron el “retiro inmediato de los servicios de inteligencia, seguridad y fuerzas militares que se han desplegado en ese país sin amparo en la Constitución venezolana”, en alusión a la cooperación con Rusia, aunque no mencionaron a ese país.
Inmediatamente después, anunciaron su “apoyo a un proceso pacífico de recuperación de la democracia”, que debe ser “conducido por los propios venezolanos”. Quizás por eso no hubo ningún representante de Estados Unidos en Santiago este lunes.
Al volver a rechazar de manera tajante la amenaza militar estadounidense contra Venezuela, tal como ya lo hicieron la Unión Europea y el resto de los países de América Latina, el Grupo de Lima dejó en claro que no piensa ceder y omitir ese punto para cumplir el pedido hecho desde Washington.
Presión sin diálogo
Al mismo tiempo, estos 11 gobiernos (sobre 35 que hay en toda América) afirmaron en el primer punto que hay una “crisis humanitaria, política, económica y moral generada por el régimen ilegítimo y dictatorial de Nicolás Maduro, que constituye una amenaza a la paz y la seguridad internacionales, con efectos regionales y globales”. Es un lenguaje habitual de la Casa Blanca, que luego es corregido en los puntos 11 y 12 ya mencionados.
El resto del documento hace un llamado a la ONU para brindar asistencia humanitaria a los venezolanos que están dentro y fuera del país; rechaza la opción del diálogo y exige la salida de Maduro del poder; hace responsable al presidente venezolano por la libertad e integridad de Guaidó y su familia. En otro punto, el Grupo de Lima presiona a la Corte Penal Internacional para que avance en el caso de la “presunta comisión de crímenes de lesa humanidad” por parte del gobierno de Maduro.
La mayor novedad de la Declaración es el punto 8, mediante el cual los 11 gobiernos “exhortan a la comunidad internacional a favorecer el proceso de transición y el restablecimiento de la democracia en Venezuela, especialmente a Rusia, China, Cuba y Turquía por el impacto negativo que su apoyo al régimen ilegítimo de Maduro causa a nuestra región”. Es la primera vez que estos países aparecen mencionados en un documento del Grupo de Lima.
Por otro lado, la Declaración también insta a la adopción de sanciones contra el gobierno venezolano y a “poner a exclusiva disposición del gobierno interino del Presidente Encargado Juan Guaidó los bienes pertenecientes al pueblo venezolano en el extranjero”.
Por último, Colombia logró introducir el punto 14 en el documento, mediante el cual el país denuncia sin pruebas “actividades transnacionales de organizaciones terroristas como el ELN (grupo guerrillero colombiano) desde territorio venezolano”. Esta es la única señal que va en sentido contrario a la posición del rechazo a la intervención militar estadounidense, ya que denunciar «actividades terroristas» podría ser un argumento futuro para que el Gobierno de Colombia al menos colabore con Estados Unidos en un hipotético enfrentamiento militar contra Venezuela. Por ahora es solo una declaración que ya se ha hecho en el pasado respecto de las Farc, hoy reconvertidas en fuerza política legal.
Próximos pasos
El camino trazado por el Grupo de Lima tiene dos objetivos de corto plazo a nivel internacional. Por un lado, aumentar la presión contra Venezuela e intentar aplicarle la Carta Democrática en la próxima Asamblea General de la OEA en Medellín, a realizarse del 26 al 28 de junio próximo. Para ello, el organismo debería violar totalmente sus propias reglas, ya que Venezuela saldrá formalmente del organismo este mes, tras cumplirse dos años de haberlo anunciado, como estipula el reglamento de la OEA.
Por otro lado, los países miembros se trazaron como objetivo la organización de una Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela, cuyo objetivo es acercar las posiciones del Grupo de Lima con la de los países de Europa y la región que forman el llamado Mecanismo de Contacto. También podría haber invitaciones formales para países como China, aunque por ahora solo hay un título para el encuentro, sin fechas ni compromisos. Tampoco tiene fecha la próxima reunión del Grupo, que se hará en Guatemala.
Ignacio Díaz – América XXI
SI LLEGASTE HASTA AQUÍ CONFÍAS EN NOSOTROS
América XXI practica hace más de 15 años un periodismo veraz y de calidad, desde y para América Latina. Sin embargo, llevar adelante esta tarea sin subordinarse a ningún poder solo puede sostenerse con el apoyo de nuestros lectores y seguidores comprometidos.
¿Nos apoyas?