Ignacio Díaz – América XXI

El movimiento feminista argentino está vivo y con enorme fortaleza pese al golpe que recibió el 9 de agosto del año pasado, cuando por diferencia de siete votos los senadores rechazaron el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.

Este martes, y pese a que el grueso de los partidos políticos no quiere abordar el tema en un año electoral, las mujeres se movilizan por miles en todo el país para acompañar una nueva presentación -la octava- del proyecto de ley. Es otro logro de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, aunque su tratamiento en el Congreso durante este año es impensado.

Este 28 de mayo es el aniversario de la Campaña y también el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, por la que la elección de la fecha no es para nada casual.

La iniciativa presentada este martes habilita la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación. Luego, solo se lo permite para los casos de violación o riesgo de vida para la mujer.

Entre las novedades de este año aparecen artículos que hacen referencia a la educación sexual integral y un mayor desarrollo de los derechos sexuales y reproductivos. Por otra parte, quedó fuera del proyecto la objeción de conciencia de los médicos y todas las instituciones de salud deberán garantizar el derecho al aborto si la ley se aprueba.

También plantea el proyecto la imposibilidad de penalizar legalmente a cualquier mujer que practique un aborto.

Política electoral

El Congreso recién se renovará el próximo 10 de diciembre tras las elecciones. La mitad de los miembros de la Cámara de Diputados dejará su cargo o deberá volver a validarlo en las elecciones. Lo mismo ocurre con un tercio del Senado, el filtro más difícil de penetrar para el feminismo por el poder que tienen las iglesias en algunas provincias.

Si bien el proyecto de ley cuenta con una base importante de 70 firmas de diputados y diputadas nacionales de todas las fuerzas políticas, necesitaría primero una mayoría de votos en plenario de cuatro comisiones para ser sometido a votación plenaria en el Congreso. Pero dos de estas comisiones están presididas por oficialistas que rechazan activamente cualquier legislación a favor del aborto.

Además, ni el gobierno nacional ni la fórmula de Alberto Fernández – Cristina Fernández de Kirchner quieren que haya debate en el Congreso durante la campaña electoral. Lo mismo ocurre con el resto de los precandidatos del peronismo y con dirigentes del radicalismo.

Los tiempos electorales postergarán seguramente otro año la urgencia de más de 50 mil mujeres que cada año deben ser hospitalizadas por abortos caseros o clandestinos mal realizados y si la tendencia continúa, otras 40 mujeres (según datos oficiales) habrán muerto al terminar el año por no poder realizarse un aborto seguro, legal y gratuito

SI LLEGASTE HASTA AQUÍ CONFÍAS EN NOSOTROS

América XXI practica hace más de 15 años un periodismo veraz y de calidad, desde y para América Latina. Sin embargo, llevar adelante esta tarea sin subordinarse a ningún poder solo puede sostenerse con el apoyo de nuestros lectores y seguidores comprometidos.

¿Nos apoyas?

ÚNETE A AMÉRICA XXI