Irán: rostros de un pueblo fantástico – Por Matías Quirno Costa
07 junio, 2019
category: DOCUMENTOS
Mientras viajaba desde Buenos Aires a Teherán, vía Barcelona, Estados Unidos estaba «a punto de atacar» a la República Islámica. Bueno, se supone que sigue «a punto de atacar»… En medio de los temores lógicos de la situación, suponía que iba a cubrir el desarrollo o inicio de un conflicto bélico. Pero me encontré con un pueblo pacífico, gente extremadamente amable (tal vez de ahí el término extremista) ciudades y pueblos tranquilos, limpios.
Recorrí muchos lugares del mundo pero no he conocido un pueblo más hospitalario que el pueblo iraní. Nunca me sentí tan seguro y respetado.
Bastaba viajar hasta Irán para darse cuenta que una sociedad puede ser amable.
Una noche, mientras cenábamos, se nos acercó a la mesa una chica que estaba comiendo con toda su familia. Nos dijo que ella hablaba inglés, que si necesitábamos cualquier tipo de ayuda que le consultemos. Nos dio la bienvenida a su país y regresó a su mesa para seguir cenando. De estas anécdotas, recogimos miles.
Un lugar que me impactó de Irán es el Desierto de Lut. Una ciudad, Isfahan. Disfruté mucho de los bazares, los aromas, las miradas y las charlas. Pero la gente de este país es un tema aparte, destacado por sobre todo lo demás. Eternamente agradecido al pueblo iraní.
En una de las fotos de abajo, con el Mulá Mohamed, quien nos acompañó durante una tarde por la ciudad de Qom (siguientes cuatro fotos). Esta ciudad, ubicada a 150 kilómetros al sudoeste de Teherán, es considerada ciudad santa en el islam chiita. Allí se ubica el sepulcro de Fátima Ma’suma, hermana del imán Reza.
Mujeres jóvenes se nos acercaron a saludarnos y nos dieron la bienvenida. Después nos pidieron hacer una selfie. Y obviamente también les saqué yo. Este acercamiento en confianza y amabilidad se repite cotidianamente.
La gente nos saluda constantemente, nos pregunta de dónde somos y nos desea buena estancia. También nos agradecen haber venido y nos piden que contemos que no son ni malos ni terroristas.
Abajo, las familias y grupos de amigos llevan sus alfombras y mantas a la plaza de Isfahan y allí comparten la comida. Llevan hasta calentadores y comen de todo. Esta familia me convidó con unos dátiles riquísimos.
Los chicos juegan en la calle. No corren ningún peligro. Nosotros, los extranjeros, somos lo raro en el pueblo. Y ellos se acercan a saludar y preguntarnos de dónde somos. Argentina = Maradona. Sus miradas son profundas.
¡Qué decir de las miradas pícaras de estas niñas..! Las tres llegaron caminando de la mano y de igual manera continuaron su camino.
La triste mirada de Amir. Los padres me pararon en la calle porque el chico quería una foto. ¡A sus órdenes!
Eso sí, lo iraníes conducen sus vehículos saltando todas las normas de tránsito. Pero al pueblo iraní se le perdona todo.
Puedo entender que las ropas tradicionales en las mujeres, los pañuelos para tapar la cabeza y otras prendas responden a otra cultura, pero cuesta comprender desde la mirada occidental. Las mujeres más jóvenes son las que más se rebelan, aunque algunas veces paguen con cárcel el desafió de quitarse el pañuelo.
Caminando por las calles de un pueblito donde nos alojamos, un hombre al vernos pasar salió de su casa y nos trajo una bandeja con galletas para convidarnos. No hablaba inglés ni español. Tampoco hizo falta para darnos cuenta de su amable invitación a probarlas. Seguimos camino y al regreso apareció nuevamente, esta vez para convidarnos dátiles. ¡Estaban muy ricos! Luego vinieron las fotos de rigor (abajo) y nuestro agradecimiento por su hospitalidad. Es alucinante lo qué pasa entre ellos y los visitantes. ¡Cómo se los respeta, se los acompaña y se los ayuda! ¡Descubrir Irán es imperdible!
Cuando recuerdo las palabras de Trump en los días en que estuvimos en Irán diciendo que el pueblo iraní es terrorista y malas personas me genera mucha bronca. Pienso que estará proyectando en los iraníes lo que en realidad son ellos como referentes del imperio
La foto siguiente, solidaridad del pueblo iraní con el pueblo palestino.
Saludos desde Irán, un país digno de visitar por su historia, por sus bellezas naturales, por la amabilidad de su gente y por la dignidad de su pueblo (Detrás, el cartel que homenajea al Iman Ali).
En Irán nunca nadie se va a sentir solo. ¡Gracias!
Matías Quirno Costa es docente, fotógrafo profesional y fotoperiodista. Actualmente realiza tareas freelance y encabeza su propio estudio de fotografía, Enfocarte, en la provincia de Neuquén, en el sur de Argentina.
Notas relacionadas:
Viaje por el Eje del Mal – Animándose a Irán, Parte I
Viaje por el Eje del Mal – Animándose a Irán, Parte II
Viaje por el Eje del Mal – Animándose a Irán, Parte III
Viaje por el Eje del Mal – Animándose a Irán, Parte IV
Viaje por el Eje del Mal – Animándose a Irán, Parte V
Viaje por el Eje del Mal – Animándose a Irán, Parte VI
IRÁN – Crónicas de un viaje por el Eje del Mal (video I)
IRÁN – Crónicas de un viaje por el Eje del Mal (video II)
IRÁN – Crónicas de un viaje por el Eje del Mal (video III)